La Dirección de Investigación Criminal, DIJIN, y la Fiscalía avanzan en cinco departamentos del norte del país y Bogotá en una compleja operación de incautación de bienes de la mafia con fines extinción de dominio que ya ha sacado de comercio propiedades de ‘Marquitos’ Figueroa y José Guillermo Hernández alias ‘Ñeñe’, entre otros, cuyo valor supera el billón de pesos.
La incautación de bienes contra esta organización es una de las más grandes de los últimos tiempos que se ha practicado de manera simultánea en distintas partes de Colombia.
‘Marquitos’ Figueroa, señalado jefe de sicarios de alias ‘Kiko’ Gómez, se encuentra preso en la cárcel Picaleña, de Ibagué, y espera ser llevado a juicio por homicidio y otros delitos. Ñeñe, por su parte, fue asesinado el pasado 2 de mayo en Brasil en hechos confusos que han sido presentados como un intento de asalto para hurtare un reloj.
Las propiedades de ‘Ñeñe’ han sido afectadas por la justicia por lavado de activos y otros delitos económicos.
Los bienes incautados hasta ahora incluyen 92 inmuebles, 8.000 semovientes, ocho empresas, 18 establecimientos comerciales y 96 vehículos. En total suman un billón seiscientos millones de pesos.
Las posesiones están siendo ocupadas por las autoridades simultáneamente en los departamentos de La Guajira, Cesar, Magdalena, Bolívar, Santander y Bogotá.
En el operativo también han sido incautados bienes de Armando Gnecco, alias ‘Mandarino’; José Guillermo Hernández alias ‘Ñeñe’ y parientes de ‘Marquitos’ Figueroa, entre ellos el prófugo Milton Alejandro Figueroa alias ‘Norte’.
Marcos Figueroa ha sido llamado a juicio por los homicidios de Dilger Becerra, Dani Deluque Taborda, el exdiputado del Cesar Efraín Ovalle, Óscar Rodríguez y la exalcaldesa de Barrancas (Guajira), Yandra Cecilia Brito, muerte por la que ya fue condenado Juan Francisco Gómez, alias ‘Kiko’, y está siendo investigado el prófugo Paul Corrales, quien desde la clandestinidad presentó una insólita denuncia en contra los jefes policiales e investigadores forenses que le siguen los pasos.
Tomado de La Nueva Prensa
