De los 7.355 muertos que hubo en las vías en el 2016 en Colombia, 3.373 fueron motociclistas y al menos 500 de ellos pudieron haberse salvado si hubieran usado o tenido el casco correcto, según reveló un estudio del Ministerio de Salud, con el apoyo de la Fundación Bloomberg.
De acuerdo con el Observatorio de Accidentalidad Vial, en los años recientes se han incrementado los decesos en las vías y la tercera parte de ellos se presenta por trauma craneoencefálico. Las víctimas son tres veces más hombres que mujeres y estos siniestros son la segunda causa de muerte de personas entre los 20 y los 34 años, al punto que los motociclistas muertos contribuyen con 133.264 años de vida saludables perdidos que representan para el país algo más de 775.000 millones de dólares anuales, una cifra absolutamente escandalosa.
El estudio que acaba de ser publicado halló que entre el 2007 y el 2017 el número de motocicletas en las vías se incrementó en 108 por ciento y con ellas creció en 45 % la accidentalidad en el mismo periodo.
Según el estudio de observación del comportamiento vial de Colombia, hecho por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el 82,3 por ciento de los motociclistas usan caso, siendo más empleado por los conductores que por los pasajeros y con diferencias importantes según el clima.
Llama la atención que según las cifras del mismo estudio solo el 2,8 por ciento de los motociclistas utilizaban el casco certificado que puede protegerlos de manera integral.
Ese dato es clave porque los cascos certificados pueden proteger hasta el 70 por ciento de las lesiones y cuatro de cada 10 muertes en incidentes viales. Con base en esto y teniendo en cuenta la mortalidad en el país, se podrían salvar hasta 1.300 vidas, aunque el estudio del Ministerio da un rango entre 200 y 800.
La investigación confirmó que la primera causa de muerte en estos conductores es el trauma craneoencefálico tras un incidente de tránsito, lo que demuestra los beneficios de los cascos bien adaptados ante lesiones potencialmente mortales.
Las conclusiones de la investigación, valga decir, serán insumo para la revisión de las normas técnicas vigentes en Colombia y el diseño de estrategias de salud pública que ayuden a disminuir las muertes en incidentes viales de motociclistas, en un trabajo intersectorial con entidades como el Ministerio de Transporte y la Agencia de Seguridad Vial, explicó Iván Darío González, viceministro de Salud.
La primera de las grandes acciones en ese sentido será la definición de las normas técnicas y las especificaciones mínimas, de acuerdo con estándares nacionales e internacionales, exigidas para el diseño, fabricación y comercialización de cascos en el país. Cascos que sí protejan y eso pueda ser exigido.
Esa actualización se encuentra en la siguiente resolución pendiente por firmar en el Ministerio de Transporte desde hace dos años y que, según fuentes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, estaría próxima a ser expedida. Allí se avalan los cascos certificados con las normas europeas (ECE R22.05), estadounidenses (FMVSS 218) e incluso la colombiana (NTC 4533).
El tema será de gran impacto porque los cascos certificados, ya sea con estándares nacionales, americanos o europeos, pueden estar por encima de los 400.000 pesos y se calcula que en el país hay más de siete millones de motos.
Para ellos aplicaría la segunda estrategia de prevención que planea el Ministerio: beneficios para adquirir ese tipo de cascos sin IVA
“Si hacemos un beneficio tributario para que las personas compren cascos certificados sin IVA puede haber un gran impacto en salud pública. El estudio da todos los elementos para demostrar que es una medida costoefectiva al reducir las muertes y generar años de vida saludable”, explicó el viceministro González.
El funcionario reveló que otro eje en la prevención es el inicio de una campaña de la comunicación de los riesgos llamada “Que no te cueste la vida, usa cascos certificados”, que busca sensibilizar sobre los beneficios de tener cascos de calidad y certificados.
Y finalmente se espera masificar los controles en las vías, de la mano de la Policía Nacional, teniendo en cuenta que desde el 2004 el uso del casco está reglamentado y que según la norma sobre la obligatoriedad y uso que está pendiente por publicarse se establecerían comparendos para aquellos motociclistas que incumplan la norma. El costo de esa multa sería superior incluso al valor de los cascos certificados.
“Cada vida cuesta y no nos podemos acostumbrar a ver motociclistas tirados en las calles”, concluyó el viceministro.
Tomado de El Tiempo