Londres, 8 de marzo de 2024.- Es Nochevieja en un bar de la ciudad inglesa de Colchester. Una pareja compuesta por un chico y una chica está sentada en una mesa del local. De pronto, la joven se levanta y se acerca a la barra para, aparentemente, pedir una bebida. Sin embargo, pregunta a los camareros: «¿Trabaja aquí Ángela?».
Aunque este nombre puede no decir nada en otros lugares, en el Reino Unido es desde 2016 el código para activar el mecanismo que protegió a esa chica de una situación en la que se sentía amenazada, dentro de la campaña ‘Pregunta por Ángela’ (‘Ask for Angela’, en inglés), que pretende evitar las agresiones sexuales en el entorno del ocio nocturno.
Este caso, en el que la mujer finalmente fue acompañada por la plantilla del local a un lugar seguro desde el que llamaron a la policía, es solo uno de los muchos que han cubierto los medios de comunicación locales desde que la iniciativa se empezó a aplicar hace más de ocho años en bares y discotecas.
Desde entonces, los lugares que lo desean colocan carteles de ‘Ask for Angela’ en sus baños para que las personas que se sientan en riesgo puedan pedir ayuda usando esa especie de código a modo de ‘palabra de seguridad’.
Un grito de socorro
Únicamente dar el paso para acercarse a la barra y pedir ayuda es una acción que implica valentía, por lo que iniciativas como ‘Ask for Angela’ pueden servir para facilitar ese acto a cualquiera que lo requiera, inciden desde la Policía Metropolitana de Londres.
Para la directora de operaciones de la Asociación de Industrias del Ocio Nocturno (NTIA, en inglés), Silvana Kill, programas de este tipo son «cruciales» para mejorar la seguridad en el contexto de las salidas de noche, según aseguró en declaraciones a EFE.
No obstante, como confirman fuentes del propio esquema y de la NTIA, no existen datos globales sobre cómo ha impactado esta estrategia en la eliminación de la violencia en el Reino Unido.
En declaraciones a EFE, la profesora Ioanna Gouseti, del departamento de Sociología de la London School of Economics, dice que el foco de estos sistemas está puesto en ayudar a la víctima en un hecho «contextual» y puntual, lo que hace que no sirvan para eliminar las agresiones.
«Reducir la violencia de género requiere centrarse en el comportamiento de quienes la ejercen, así como en las estructuras que la generan y la reproducen», incidió.
Aún por perfeccionar
‘Ask for Angela’ es un plan voluntario, que los bares pueden poner en marcha o no según su propio criterio, por lo que hay lugares que aún no disponen de él o no han proporcionado la formación necesaria a su plantilla, como han indicado medios británicos desde su aplicación y como también lo cree Gouseti.
«En ese sentido, sería más provechoso reflexionar no tanto sobre cómo la gente afectada podría usar más el programa, sino cómo los responsables de proveer ayuda pueden trabajar mejor a la hora de proteger las necesidades de las víctimas», considera.
Como ejemplo, destaca la comunicación de la campaña, centrada mayoritariamente en las mujeres, quienes, frente a los hombres, sufren más violencia sexual: el 8 % de ellas experimentó algún tipo de acoso sexual en 2023, respecto al 3 % de ellos, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés).
Debido a eso, las personas no binarias o la gente del colectivo LGTBI+ que no responde al género de mujer pueden verse no representadas por ‘Ask for Angela’, destinada a cualquiera que se encuentre en peligro.
De hecho, según la organización Stonewall, los crímenes de odio contra las personas LGTB se han incrementado en los últimos cinco años un 112 %, en particular contra la gente trans, quienes han sufrido un aumento de la violencia del 186 %.
Cruzando fronteras
Pese a todo, la campaña, que avanza hacia los diez años de implementación, ha cruzado fronteras y forma parte del protocolo de la Asociación Internacional de Ocio Nocturno, con sede en Girona, para prevenir delitos contra la libertad sexual.
Así, disponen de ella discotecas como la Sutton, en Barcelona, que fue galardonada en 2023 con el premio Golden Moon Award a ‘Mejor acción en materia de protección de clientes y trabajadores’.
Aunque ‘Ask for Angela’ requiere de más recursos y acciones complementarias para reducir la violencia de género enfocadas en el agresor, como expuso la profesora Gouseti, su fin es proteger a la potencial víctima ante una situación de riesgo, al igual que otras iniciativas como ‘Strut Safe’.
Esta última consiste en un número al que llamar para que alguien te acompañe hablando por teléfono en el trayecto hasta la puerta de tu domicilio.
‘Strut Safe’, operada por voluntarios entrenados para poder proteger a la persona que llama al número disponible los fines de semana, comenzó en Edimburgo en marzo de 2021, pero pronto se extendió a la totalidad del Reino Unido.
Sin embargo, Rho Chung, responsable de la comunicación de la iniciativa, aseguró a EFE que espera que pronto esta «sea innecesaria».
«Nuestro objetivo último es vivir en un mundo en el que todas las personas, independientemente de su género, raza o capacidad, se sientan seguras y puedan estar en la calle a cualquier hora del día», sentenció.
Cristina Alonso Pascual
EFE