Santiago de Chile, 11 de septiembre de 2023.- El presidente de Chile, Gabriel Boric, pidió este lunes que «nunca más la violencia sustituya el debate democrático» y dijo que el 50 aniversario del golpe de Estado de 1973 es una oportunidad para «fortalecer la convivencia».
«Hoy decimos ante Chile y el mundo: democracia hoy y siempre», indicó Boric, el presidente más izquierdista en llegar al poder desde el derrocado Salvador Allende (1970-1973).
En un sentido discurso, Boric aseguró que «la democracia es una construcción continua» y «el único camino para avanzar a una sociedad más justa y humana».
«Entre la diversidad y entre quienes piensan distinto con quienes podemos construir una sociedad mejor», apuntó el gobernante, el único nacido después del golpe, como el 70 % de los chilenos.
Chile llega a los 50 años del golpe sumido en una gran polarización y con una clase política muy crispada que no es capaz de llegar a consensos sobre el quiebre democrático.
Tanto la derecha tradicional, agrupada en la coalición Chile Vamos, como la ultraderecha del Partido Republicano rechazaron participar en los actos conmemorativos y declinaron firmar una declaración conjunta a favor de la democracia.
Boric, de 37 años, agradeció a los cuatro expresidentes del país vivos, incluido el conservador Sebastián Piñera, que gobernó junto a los partidos de Chile Vamos, por firmar el llamado «Compromiso de Santiago», una carta con cuatro puntos para defender la democracia.
«La reconciliación no pasa por empatar las responsabilidades entre víctimas y victimarios, sino por hacer todo lo que está a nuestro alcance para tener verdad y justicia», dijo Boric, que recientemente anunció el primer plan nacional de búsqueda de los desaparecidos durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
La Unión Demócrata Independiente (UDI), uno de los partidos de Chile Vamos y de origen pinochetista, publicó este lunes una dura declaración en la que aseguró que el golpe era «inevitable» porque durante el Gobierno de la Unidad Popular de Allende «sobrevino un quiebre social, político e institucional».
«No me arrepiento un segundo de estar, junto con mi Gobierno, del lado de quienes sufrieron», indicó Boric, que describió a Allende como un hombre «de impecable trayectoria democrática» y «un intérprete de grandes anhelos de justicia» y agradeció a distintos países de la región por haber dado asilo a miles de chilenos.
El golpe dio inicio a una cruel dictadura de 17 años que dejó un saldo de más de 40.000 víctimas, entre ellas al menos 3.200 opositores asesinados, de los cuales un millar permanecen aún desaparecidos.
Antes de la ceremonia, Boric ofreció un desayuno y un recorrido por La Moneda (sede de Gobierno) a los líderes y personalidades internacionales invitados al acto, entre ellos los presidentes de México, Colombia, Bolivia y Uruguay, además del primer ministro de Portugal.
EFE