Se disputaba una fecha decisiva para definir el campeón de la liga de Grecia, pero un gol anulado en el minuto 90 generó todo tipo de polémicas y se determinó que el partido sería suspendido.
Ivan Savvidis, presidente del Paok, ingresó al terreno de juego para perseguir al árbitro y protestarle por lo ocurrido, desgraciadamente en su cinturón cargaba una pistola, situación que ocasionó que el colegiado se trasladara rápidamente a los vestuarios junto con sus asistentes.
Curiosamente unas horas más tardes el árbitro Georgios Kominis dio validez al gol del Paok contra el AEK nos cuenta el diario Marca.
Fuente: http://www.marca.com/futbol/futbol-internacional/2018/03/11/5aa58bbdca474130768b4656.html
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