Jerusalén, 2 de agosto de 2023.- El presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó hoy la volátil frontera con Líbano, donde advirtió a la milicia libanesa chií Hizbulá, que controla todo el sur del país árabe, que el Ejército israelí está «fuerte y unido» para «defender la soberanía israelí».
«Quiero advertir a nuestros enemigos, especialmente a Hizbulá al otro lado de la frontera, para que no se equivoquen. Las Fuerzas de Defensa de Israel son fuertes y están unidas, capaces de proteger y defender nuestra soberanía, la seguridad y el bienestar del pueblo de Israel», aseveró el presidente en su recorrido por la frontera.
Herzog se refirió a la unidad y fortaleza del Ejército mientras dentro de Israel crece la preocupación sobre la situación de seguridad, después de que más de 10.000 reservistas y soldados se negaran a prestar servicio en protesta por la reforma judicial que impulsa el gobierno de Benjamín Netanyahu.
El presidente tendió la mano al «pueblo libanés» cuando su país «se está derrumbando en una tragedia», situación de la que culpó a Hizbulá, «que socava su estabilidad y bienestar»; y al «hechizo iraní», ya que esa milicia es uno de los satélites en la región del régimen de los Ayatolás, principal enemigo de Israel.
Israel ya libró una guerra en 2006 contra las fuerzas de Hizbulá en Líbano, y desde entonces ambos países siguen técnicamente en guerra, separados por la llamada Línea Azul, una linde demarcada por la ONU, y todavía custodiada por sus tropas.
Israel confirmó en junio que hombres armados de Hizbulá instalaron dos tiendas de campaña en la Línea Azul, sobre territorio israelí en una colina conocida como las Granjas de Chebaa, en los Altos del Golán ocupados por Israel, pero después de la mediación de la ONU, solo retiraron una de las tiendas, en un incidente visto por Israel como una provocación, pero que no representa una amenaza seria a su seguridad ni un riesgo de escalada.
El líder de Hizbulá, Hasan Nasrallah, amenazó este sábado con atacar Israel si sus tropas cometen el «acto estúpido» de desmantelar esa tienda, a lo que Netanyahu le respondió que no les «ponga a prueba».
Pero Israel no oculta su preocupación sobre la presencia de Hizbulá en la zona desmilitarizada de la Línea Azul, donde ha construido más de 30 puestos militares en el último año, ubicados a menos de 250 metros de la valla de separación israelí y muy cerca de comunidades israelíes, lo que hace que la situación en la frontera sea mucho más volátil y peligrosa que hace un año.
El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, también realizó hoy un recorrido por la frontera norte, junto con los comandantes de las divisiones militares de la zona, con los que evaluó «los eventos recientes y las medidas para frustrar las violaciones de soberanía en el área de la frontera», informó el Ejército sobre las provocaciones de Hizbulá.
Halevi recorrió parte de la barrera que se está construyendo a lo largo de la frontera, que «ha avanzado decenas de kilómetros en los últimos meses», y fue informado sobre otras medidas para proteger la seguridad de la población de esa zona.
EFE
