Beirut, 17 feb – El presidente libanés, Joseph Aoun, denunció este lunes que «no se puede confiar» en que Israel retire sus tropas del sur del Líbano mañana, 18 de febrero, cuando expire la extensión del alto el fuego que puso fin a la guerra del año pasado entre el Estado judío y el grupo chií Hizbulá.
«No se puede confiar en el enemigo israelí, tememos que no efectúe mañana la retirada total», dijo Aoun en un comunicado publicado en la cuenta oficial de X de la Presidencia libanesa, donde añadió que «optar por la guerra no tiene beneficio».
En este sentido, aseguró que el país mediterráneo buscará nuevas «vías diplomáticas, porque el Líbano ya no puede aguantar una nueva guerra», mientras que afirmó que el Ejército libanés está listo para completar su despliegue en las aldeas del sur del país tras la retirada de Israel, uno de los principales puntos del acuerdo.
«Lo más importante es la retirada completa de los israelíes», continuó Aoun, que deslizó que las medidas sobre el repliegue de Hizbulá de las zonas fronterizas y el desarme del grupo es algo que tienen que abordar los libaneses y no partes externas.
El pasado 27 de noviembre entró en vigor un cese de hostilidades de 60 días que preveía la retirada de las fuerzas israelíes presentes en el territorio libanés y el despliegue del Ejército libanés, así como el repliegue del grupo chií Hizbulá al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros al norte de la divisoria con Israel.
La duración del pacto fue posteriormente prorrogada hasta el 18 de febrero, después de que las partes incurrieran en demoras a la hora de cumplir con algunas de sus obligaciones.
Sin embargo, en las últimas semanas medios árabes han informado de que Israel habría pedido una nueva prórroga del acuerdo, algo a lo que el Líbano se opone de plano.
La semana pasada, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, dijo en un comunicado que Estados Unidos le informó de que Israel retiraría sus tropas de las aldeas del sur del Líbano el 18 de febrero pero que mantendría su presencia «en cinco puntos» del territorio libanés, algo que las autoridades del Líbano rechazaron.
Por su parte, el secretario general de Hizbulá, Naim Qasem, amenazó ayer con tomar represalias si Israel no se retira del sur del país antes del vencimiento de la extensión del alto el fuego, mientras que señaló al Estado libanés como el «responsable principal» de presionar al Estado judío y de reconstruir el país.
La guerra entre Israel y Hizbulá provocó la muerte de más de 4.000 personas y obligó a más de un millón a desplazarse solo en el Líbano.
EFE