Álvaro Uribe suele ser un hombre que habla extenso y firme ante cualquier eventualidad de la vida política. Por eso, ha sorprendido que quizás en el momento más duro de su carrera, el expresidente haya mantenido casi un prudente silencio. Salvo un breve mensaje de Twitter que publicó cuando se anunció su detención, Uribe no se había pronunciado de la decisión de la Corte Suprema.
Sin embargo, este miércoles, un trino suyo sorprendió. El mismo expresidente publicó una foto suya, reseñado como el preso #1087985.
Hoy fui reseñado como preso #1087985 por confrontar testimonios en mi contra comprados por Farc,su nueva generación y sus aliados.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) August 12, 2020
Sin pruebas,solo https://t.co/MmbPdFaYwE Interceptaron ilegalmente.Impidieron a abogados contrainterrogar a su principal testigo.Pido transparencia pic.twitter.com/em6DkBoUXX
Más allá del impacto de la fotografía, el mensaje del expresidente, aunque corto, es muy fuerte. Uribe señala que está detenido por «confrontar testimonios en mi contra comprados por Farc, su nueva generación y sus aliados».
El exmandatario se refiere al origen de su proceso judicial. Como se sabe, Uribe terminó enredado en este proceso de manipulación de testigos por cuenta de que él interpuso una denuncia ante la Corte Suprema contra el congresista Iván Cepeda, a quien señaló en ese momento de fabricar pruebas en su contra. En un giro paradójico, la Corte decidió precluir la investigación contra el senador y abrirle una al exmandatario por presunta manipulación de testigos.
También señala que fue interceptado ilegalmente. Con esa frase recuerda el episodio en que su teléfono fue interceptado por un «supuesto error», pues la orden inicial de la Corte Suprema era escuchar la línea telefónica del congresista Nilton Córdoba. Luego de un mes de tener andando el programa de escuchas, el alto tribunal suspendió ese procedimiento, lo avaló legalmente y lo trasladó al proceso de Álvaro Uribe.
Esas escuchas al expresidente han sido polémicas desde que se realizaron. Este domingo, Semana reveló el video del testimonio de Óscar Álvarez, el analista del CTI que realizó el procedimiento judicial. En su declaración a la Fiscalía, el funcionario aseguró que cuando le dieron la orden de hacer la interceptación, él no sabía que se trataba del exmandatario. Según Álvarez, él comentó la situación a sus superiores una vez se dio cuenta de que la persona que estaba siendo escuchada no era el parlamentario, sino el exmandatario. ”Informé. No es A es B. Se informó al gerente del caso. Se informó a la autoridad competente”, señala. La gerente del caso era en ese momento la funcionaria Clara López y estaría enterado a su vez el entonces magistrado auxiliar de la Corte Suprema, Iván Cortés.
También se conoció el audio de la primera conversación que fue escuchada por el CTI en la que quedaba claro que la persona que estaba detrás de esa linea teléfonica no era Nilton Córdoba, sino Álvaro Uribe. “Buenos días, Álvaro Uribe”, contesta el expresidente, quien esperaba la comunicación de una emisora para una entrevista. “En línea están todos los cantaletosos. ¿Vale?”, le cuenta una mujer que Uribe identifica como Rubiela. Ella habla del programa Los Cantaletosos de la emisora comunitaria Violeta Estéreo. La llamada se habría realizado el 10 de marzo de 2018 y dura 12 minutos. Esta conversación siempre ha sido alegada por el expresidente como una evidencia de que era obvio que la Corte Suprema tenía que saber que este era su teléfono.
A pesar de que en el voluminoso expediente que tiene a Uribe privado de su libertad hay muchas otras interceptaciones a distintos personajes como Diego Cadena, Álvaro Hernán Prada, Carlos López, alias Caliche y Juan José Salazar que sustentan los señalamientos de manipulación de testigos que tiene la Corte Suprema contra él, en un sector importante de la opinión el manejo que le dio la Corte Suprema a este episodio ha levantado muchas críticas.
El pronunciamiento de Uribe recoge el mismo sentimiento de la carta de su esposa, Lina Moreno. En el mensaje que publicó este domingo, la ex primera dama aseguró que «vemos en la doble naturaleza de quienes tienen a su cargo la aplicación de la justicia (magistrados / seres humanos), una explicación de las contradicciones jurídicas (y no solo en el caso del Expresidente) puestas a la luz por columnistas y abogados de diferentes ramas. Dicho con claridad: los jueces han permitido que sea el entorno y los intereses políticos los que dicten sentencia».
Lina Moreno también se refirió en su misiva a que «la ausencia de un sentido espiritual que guie los destinos del país y de todos nosotros -como individuos que hemos de cumplir con ambos destinos- ha venido resolviéndose por décadas en una narrativa del odio que ya alcanza a las nuevas generaciones».
El abogado del expresidente también esgrimió los mismos argumentos en un documento que publicó en la noche de este martes. «La detención no tiene nada de preventiva, suena más a vengativa», aseguró Jaime Granados. El penalista anunció una decisión sorpresiva. La defensa no recurrió a la medida de detención domiciliaria que los magistrados le impusieron al exmandatario. Más que el hecho mismo de no presentar reposición, lo más llamativo fueron los términos en que se manifiestó con un portazo a la Corte.
El penalista Granados explicó que tras estudiar las 1.554 páginas de la decisión de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema, encontró que no existe “ningún fundamento legal para ordenar la detención” del exmandatario. Granados calificó la decisión del alto tribunal como “infundada y sin precedentes en la justicia del país” y pidió a magistrados de la corte “transparencia y respeto a la Constitución”.
El nuevo pronunciamiento del defensor reflejó enojo más que decepción frente a la determinación tomada por la Corte. En una de las frases más categóricas, Granados afirmó que «dictar esta medida más de dos años después de iniciado el proceso, no tiene nada de preventivo, suena más a vengativo». El calibre de esa afirmación lanzada a los magistrados implica que la defensa está convencida de que la Corte no ofrece imparcialidad y que tampoco le preocupa manifestarlo abiertamente. En un largo comunicado expresó los puntos que sustentan esa afirmación.
El trino del exmandatario es la confirmación de que la estrategia de Uribe en este proceso penal será el contraataque. A pesar de que él, su familia y sus abogados han guardado las formas en sus respuestas, es claro que para ellos existe un sentido revanchista en la Corte Suprema y que en los meses que vienen intentarán demostrarlo.
Con la negativa a presentar un recurso judicial, Uribe y su equipo de abogados también dejan claro que no creen que la Corte Suprema sea imparcial en su caso. Y dejan entrever que esperan que en lo que sigue del proceso, que es con los mismos magistrados, no cambie el sentido de los señalamientos al exmandatario. Es decir, que probablemente anticipan que será acusado y seguirá en casa por cárcel.
Tomado de Revista Semana