Bagdad, 29 julio.- Tres cohetes cayeron este jueves en el centro de Bagdad, en la zona en la que se encuentra la embajada estadounidense, en el primer ataque de este tipo desde que Washington anunció el pasado lunes que pondrá fin a su misión de combate en Irak antes del final de año.
Los tres proyectiles, de tipo Katyusha, fueron lanzados durante esta madrugada contra la denominada «Zona Verde», sede también de otras embajadas extranjeras y edificios gubernamentales, sin que se hayan reportado hasta el momento daños a personas o materiales, indicó a Efe el teniente coronel Abdulá al Huseini, de la policía de Bagdad.
Los ataques con cohetes son habituales contra esta área fortificada y suelen ir dirigidos contra la legación diplomática estadounidense, pero este es el primero contra intereses de EE.UU. en Irak desde el anuncio del lunes.
Esta agresión coincidió además con la muerte de cinco soldados iraquíes, dos pilotos y tres suboficiales al estrellarse un helicóptero por causas que nos han sido reveladas durante una misión de combate en el noreste del país, según informaron las Fuerzas Armadas iraquíes.
Las acciones contra la embajada de EE.UU. y las también continuas contra bases iraquíes con presencia estadounidense, que raramente son reivindicadas, son atribuidas por Washington a las milicias proiraníes en el país, que se hicieron fuertes desde la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) a partir de 2014.
Las milicias reclaman la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, donde encabezan una coalición internacional para luchar contra el EI, sobre todo desde que a principios del año pasado el comandante iraní Qassem Soleimaní y un importante líder miliciano fueron asesinados en un bombardeo selectivo en Bagdad por Estados Unidos.
El miércoles, la Autoridad de las Fracciones de Resistencia Iraquí, que engloba a las milicias del país, rechazó el acuerdo alcanzado esta semana entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi.
Consideró que este pacto, según el cual un número indeterminado de efectivos estadounidenses permanecerá en el país para asesorar y entrenar al Ejército iraquí, es «un anuncio engañoso para que permanezca la ocupación».