Jerusalén, 14 mar- Más de 3.000 agentes de la Policía, del cuerpo de frontera y unidades de refuerzo serán desplegados mañana en Jerusalén ante la celebración del primer viernes de Ramadán, que llega con restricciones al rezo para los palestinos de Cisjordania y sucesos violentos, como la muerte por un disparo policial de un niño palestino hace dos días.
«La Policía operará con fuerzas reforzadas, particularmente en los cruces que rodean Jerusalén, en la parte oriental de la ciudad, y en las callejuelas de la Ciudad Vieja, todo con el objetivo de facilitar la celebración ordinaria y segura de las oraciones en la Ciudad Vieja y el Monte del Templo,» detalló hoy un comunicado policial.
Los judíos se refieren a la Explanada de las Mezquitas como el Monte del Templo, el lugar más sagrado para el judaísmo, porque allí se ubicó el Segundo Templo; y es el tercero más sagrado para el islam -tras La Meca y Medina- porque acoge las mezquitas de Al Aqsa y el Domo de la Roca, donde se cree que Mahoma subió al cielo.
El comunicado confirmó además el arresto en los últimos días de un palestino de 20 años por violar «una orden de restricción que le prohibía ingresar al área del Monte del Templo por un período de tres meses», y de un adolescente de 16 años después de que la policía le incautara «una máscara e imágenes en su poder, filmadas por la organización terrorista Hamás, que incitaban a la violencia», según el comunicado.
El lunes, el COGAT, la rama del Ministerio de Defensa israelí que lidia con los asuntos civiles de los territorios ocupados palestinos, anunció que solo los palestinos hombres mayores de 55 años, mujeres mayores de 50 años y niños menores de 10 años podrían mañana cruzar de Cisjordania a Jerusalén para rezar en la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la sagrada mezquita de Al Aqsa.
El movimiento islamista Hamás, en un comunicado difundido hoy vía Telegram, arengó a los palestinos en Jerusalén, Cisjordania ocupada e Israel a “participar urgentemente en la defensa de la mezquita de Al Aqsa contra la agresión sionista”.
Ya el pasado domingo, en el primer día del rezo, cientos de palestinos vieron denegado el acceso, dando lugar a altercados menores en la Ciudad Vieja en los que algún agente les golpeó con la porra.
El martes, un niño palestino de 13 años murió tras recibir disparos de un agente de Policía israelí después de haber enbcendido un fuego artificial en su barrio de Shuafat, en Jerusalén ocupado, durante la noche del Ramadán.
El Ramadán comenzó el lunes sin que de momento se hayan producido altercados graves, a pesar de los temores de las autoridades y de la comunidad internacional ante la actual guerra en la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 31.300 palestinos, y sin haber logrado del objetivo de una tregua durante el mes sagrado musulmán.
EFE