Seúl, 9 marzo de 2025.- Miles de personas participaron este domingo en distintas manifestaciones en Seúl a favor y en contra del presidente surcoreano destituido Yoon Suk-yeol, después de que en la víspera fuera liberado del arresto bajo el que permanecía desde hace casi dos meses.
Partidarios y detractores del mandatario se congregaron en concentraciones convocadas por plataformas ciudadanas, organizaciones religiosas conservadoras y partidos políticos, en una nueva muestra de la polarización que atraviesa el país a raíz de la fugaz ley marcial declarada por Yoon a principios del pasado diciembre y sus profundas consecuencias políticas y judiciales.
Yoon fue liberado este sábado de la detención en la que permanecía desde hace casi dos meses -fue el primer presidente surcoreano en ser detenido estando en el cargo- dentro del proceso abierto en su contra por insurrección a raíz de su declaración de la ley marcial, y después de que un tribunal dictaminara que su arresto fue ilegal.
Su liberación tiene lugar después de que el viernes el Tribunal del Distrito Central de Seúl determinara que su arresto había excedido el período legal y que su procesamiento se llevó a cabo fuera del plazo de detención.
Con la decisión de esta instancia, Yoon podrá afrontar en libertad tanto el proceso penal que le acusa de insurrección, el único delito al que no es inmune un presidente surcoreano y que podría depararle una pena de cadena perpetua, como el juicio político paralelo donde se decidirá si su destitución es o no definitiva.
Yoon fue detenido el pasado 15 de enero en la residencia presidencial tras un largo encaramiento entre las autoridades surcoreanas y las fuerzas de seguridad presidenciales y manifestantes partidarios del mandatario, y después de un primer intento fallido para detenerlo a comienzos de enero.
En paralelo al juicio penal, que no se ve afectado por la anulación de su detención, el mandatario aguarda a la resolución del Constitucional, que determinará en los próximos días si su destitución aprobada por el Parlamento nacional el pasado 14 de diciembre por su aplicación de la ley marcial es o no definitiva.
Yoon permanece formalmente en el cargo de presidente aunque en la práctica haya sido inhabilitado de sus funciones por dicha moción parlamentaria y mientras el Constitucional revisa el caso.
Una de las manifestaciones más concurridas de este domingo fue organizada por una plataforma ciudadana contraria a Yoon, una marcha convocada a las 14:00 horas (5:00 GMT) en el centro de Seúl y que según los convocantes congregó a unas 100.000 personas.
En la víspera, unos 55.000 partidarios de Yoon se concentraron en los principales distritos de la capital, y otros 32.500 detractores del presidente se manifestaron en su contra cerca del Constitucional, según estimaciones policiales recogidas por la agencia Yonhap.
La principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático, volvió a criticar hoy la decisión de liberar a Yoon y pidió la dimisión del fiscal general Shim Woo-jung, además de amenazar con tomar todas las medidas políticas y judiciales posibles para garantizar que el presidente sea permanentemente apartado del cargo.
El gobernante Partido del Poder Popular (PPP), al que pertenece Yoon, urgió por su parte a la restitución en el cargo del mandatario y advirtió al Constitucional de que afrontará «una respuesta insoportable» en caso de que decida inhabilitarle de forma definitiva y el político sea absuelto del cargo de insurrección.
Las encuestas también muestran opiniones encontradas en la sociedad coreana, aunque con una mayoría favorable a la destitución permanente del mandatario por parte del Constitucional.
Un sondeo de Gallup Korea publicado el pasado viernes reflejó que el 60 % de los consultados apoyan esa medida, mientras que el 35 % se opone.
EFE