Moscú, 13 de septiembre de 2021.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, supervisó hoy en la región de Nizhni Nóvgorod, en el oeste del país, la fase principal de los ejercicios ruso-bielorrusos «Zapad-2021», que han suscitado las críticas de la OTAN y especialmente de Ucrania y de los países bálticos.
Putin, acompañado del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, acudió al polígono de Mulino para ver en primera persona cómo avanzan las maniobras, que comenzaron el día 10 y finalizarán el próximo jueves.
Durante la inspección Putin estaba sentado junto al liderazgo militar y mirando de vez en cuando por unos binoculares para ver la acción sobre el terreno.
Durante la principal fase de los ejercicios, las unidades rusas, junto con contingentes militares de Bielorrusia, Armenia, la India, Kazajistán, Kirguistán y Mongolia, entrenan acciones para repeler un enemigo en base a la experiencia obtenida en conflictos armados, incluido Siria, según dijo hoy el Ministerio de Defensa.
NUEVO ARMAMENTO
El jefe del Kremlin pudo ver una demostración del uso del último vehículo de combate B-19 con un módulo de combate Época, un cañón de 57 milímetros de calibre y un sistema automatizado de localización de blancos enemigos.
En las maniobras también estaban involucrados cuatro sistemas de misiles balísticos rusos Iskander-M, capaces de alcanzar objetivos ubicados entre 50 y 500 kilómetros, así como vehículos de combate de apoyo al tanque Terminator y drones de ataque Inokhodets -también conocidos como Sirius y Forpost-, estos últimos utilizados por primera vez en ejercicios, según el Ministerio de Defensa.
Asimismo, Rusia utilizó por primera vez los robots de ataque Uran-9 y Nerekhta en las formaciones de combate en los ejercicios estratégicos, de acuerdo con la misma fuente.
«La aviación del grupo de fuerzas de Rusia, Bielorrusia y otros países asestó un golpe masivo al enemigo simulado, al destruir más de 50 objetivos», señaló Defensa.
En total, participan hasta 200.000 militares en los ejercicios, que se llevan a cabo en 14 polígonos, nueve en Rusia, cinco en Bielorrusia, además de en las aguas del Báltico.
Además de 15 buques, toman parte en las maniobras unas 80 aeronaves, entre aviones y helicópteros de combate, y hasta 760 unidades de armamento pesado, que incluyen 290 carros de combate, 240 piezas de artillería, lanzaderas de cohetes y morteros.
OBSERVADORES INTERNACIONALES
Guerásimov explicó a Putin que unos 150 representantes de departamentos militares extranjeros y agregados militares observan la fase activa de las maniobras en el campo de entrenamiento de Mulino, según la agencia Interfax.
La OTAN ha pedido a Rusia y Bielorrusia al inicio de las maniobras «que actúen de manera predecible y transparente, en línea con sus compromisos internacionales».
«La OTAN está siguiendo los Zapad-2021 muy de cerca. La escala y alcance de los anteriores ejercicios Zapad excedieron significativamente lo anunciado», indicó a Efe la portavoz de la Alianza, Oana Lungescu.
Putin aseguró el pasado viernes que las maniobras no van dirigidas contra nadie, pero que eran lógicas teniendo en cuenta que otras alianzas, como la OTAN, incrementan su presencia cerca de las fronteras de Rusia y Bielorrusia y del espacio de la postsoviética Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
El ministro de Defensa de Lituania, Arvydas Anusaukas, afirmó que su país, miembro de la OTAN y fronterizo con Bielorrusia, no descarta la posibilidad de «incidentes híbridos» durante los ejercicios «Zapad-2021».
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, señaló que los escenarios que están siendo practicados en las maniobras conllevan «graves riesgos».