Que la alborada sea un sonar de cacerolas en lugar de pólvora, nuestra propuesta para la Oficina del Valle de Aburrá

FECHA:

Desde hace muchas décadas se celebra una tradición, conocida como la alborada, en regiones como Antioquia y otras regiones del país. Se utilizaba el pito, las ollas, un desayuno comunitario y darle vueltas a su barrio anunciando la llegada de diciembre. También se ha utilizado pólvora.

Pero es a partir del año 2003 que comenzó a utilizarse esta pólvora en una forma muy alta, cantidades digamos de miles de kilos de pólvora detonante que empezaron a sonar en la noche del 30 de noviembre y el amanecer del 1 de diciembre. Eso anunciaba el triunfo de la gente que comandaba Diego Fernando Murillo Bejarano, conocido como alias don Berna.

Era el paramilitarismo urbano anunciando su triunfo, en asocio con la mafia, sobre todos los últimos bastiones de la guerrilla y que anunciaba el control total de todas las bandas del Valle de Aburrá bajo la batuta de la Oficina que estaba aliada en ese momento con las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, ACCU, que luego se convirtieron en las Autodefensas Unidad de Colombia, AUC, una confederación criminal que unió a todos los grupos paramilitares de Colombia, tanto rurales como urbanos.

Esta tradición se rompió en este momento y ha comenzado un momento muy doloroso para la ciudad, para el Valle de Aburrá y es la utilización indiscriminada de la pólvora detonante.

Con esa pólvora sufren los animales, es mucha la cantidad de pájaros muertos, de perros infartados y de gatos que también sufren las consecuencias de esto. Es un momento doloroso para muchas personas, porque recuerdan todo lo que ha sido toda esta década de control paramilitar, de todas estas décadas de dolor que ha vivido la ciudad de Medellín, de las guerras que han tenido antes, durante y las que se han vivido en estos tiempos.

Nosotros desde la agencia de prensa Análisis Urbano y de la Organización No Gubernamental Corpades hemos pedido año tras año que no se realice la Alborada Mafiosa, no a la quema de la pólvora. Y  lo hacemos por qué es exagerada la quema de pólvora ese día, esa noche y la madrugada del 1 de diciembre. Hemos invitado a que se haga no por la crisis ambiental que vive Medellín y el Valle de Aburrá.

Pedimos que sea un momento de paz, que vuelvan los pitos, que vuelvan las ollas, las cacerolas y ahora que estamos en pleno Paro Nacional, ahora que cada noche se presenta un cacerolazo, sería un gran momento para la ciudad y el Valle de Aburrá, unirnos en la noche del 30 de noviembre y el amanecer del 1 de diciembre con un gran cacerolazo por la paz, por la dignidad, por la recuperación del verdadero Estado Social de Derecho y para que el presidente Iván Duque escuche el clamor popular. Clamor que desde la ciudad de Medellín, que desde el Valle de Aburrá, que desde Antioquia es uno: Paz territorial, paz completa, paz total ya.

Significa negociar el proceso de paz con las insurgencias, hacer la ley de sometimiento a la justicia para que quienes están en la guerra, sea la Oficina, sean las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo, o sean las bandas independientes, se puedan someter.

Nosotros desde acá les decimos: No más Alborada Mafiosa, no más a la quema de pólvora, no más a la crisis ambiental, no más el dolor y mortificación a los animales de compañía.

Es el momento de unirnos en torno a grandes propósitos: 1. ¿Cómo desmantelar el crimen desde una verdadera ley de sometimiento a la justicia?; 2. Reclamar con un gran cacerolazo a las autoridades municipales, departamentales y del orden nacional que cumplan con las obligaciones del Estado Social de Derecho.

Y es un gran momento para decir que necesitamos paz urbana, paz rural, paz completa o Paz total. Para esto, volvemos y les decimos, no vamos a quemar pólvora, no vamos a crear más problemas la noche del 30 de noviembre y el amanecer del 1 de diciembre.

Invitamos al gran cacerolazo y nos atrevemos a decirle a las bandas de la Oficina, nos atrevemos a decirle a la Oficina, a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, que muestren voluntad de querer la paz, voluntad de querer someterse.

No quemen pólvora esa noche, no quemen pólvora en la madrugada. Que por primera vez en los últimos 16 años podamos decir que Medellín no tuvo una Alborada Mafiosa, podamos decir que Medellín no tuvo una crisis ambiental, podamos decir que Medellín fue benévola, fue tranquila, que cuidó sus animales y podamos decir que esta ciudad quiere caminar, quiere transitar el camino de la paz.

Daniel Quintero, el próximo alcalde, quien se posesionará a partir del 1 de enero próximo, debería estar haciendo desde hoy un llamado a que no se queme pólvora. Más allá de plantear propuestas para una nueva Asamblea Nacional Constituyente, debería estar invitando al Gobierno Nacional a que construya, al lado del Congreso de la República, la Ley de Sometimiento a la Justicia, la que nos podría llevar a desmantelar el crimen.

Finalmente les reiteramos, no lo olviden: 30 de noviembre en la noche y 1 de diciembre al amanecer, NO A LA QUEMA DE PÓLVORA, NO A LA ALBORADA MAFIOSA, no a la crisis ambiental. Vamos a luchar por la recuperación del Estado Social de Derecho, vamos a luchar por el camino y transitar el camino, tanto de la paz urbana como de la paz rural.

¡¡NO MÁS QUEMA DE PÓLVORA!!

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