Rafael Pardo Rueda alerta: «El tiempo se acaba para un acuerdo de paz con el ELN»

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El exministro Rafael Pardo Rueda, habla durante una entrevista con EFE este lunes en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Bogotá, 21 noviembre de 2024.- Los diálogos del Gobierno colombiano con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que este 21 de noviembre cumplen dos años, tienen el horizonte de la paz muy lejano porque «no hay tiempo» para un acuerdo, afirma el exministro Rafael Pardo Rueda, uno de los mayores expertos en negociaciones del conflicto armado del país.

«A juzgar por la agenda es muy difícil que terminen», asegura Pardo en una entrevista con EFE en la que señala que al presidente colombiano, Gustavo Petro, le faltan 20 meses de Gobierno, que la negociación tiene «13 puntos» para resolver, «algunos muy confusos», y que los diálogos han estado congelados prácticamente todo este año.

En su análisis agrega: «Con voluntad, todo es posible. Pero los últimos hechos como el paro armado del ELN en el departamento del Chocó (la semana pasada) muestran que no la tienen».

«El ELN tiene como propósito tener una mesa de negociación con cualquier Gobierno, estamos en el de Petro, pero antes negociaron con cinco presidentes», dice al recordar que esa guerrilla tuvo diálogos o contactos con los gobiernos de César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.

En las negociaciones con el ejecutivo de Petro, el ELN acordó el cese el fuego bilateral más largo pactado con un Gobierno, de seis meses de duración, prorrogado por otros seis y que terminó el pasado 3 de agosto, pero Pardo considera que «sin dejación de armas (como pregona esa guerrilla) es imposible hacer la paz».

Pardo, que también fue el primer civil ministro de Defensa en Colombia (1991-1994), considera que el ELN «no busca poder nacional sino territorial», algo que, explica, «ya han conseguido» en el departamento de Arauca y en la región del Catatumbo, ambos fronterizos con Venezuela, donde esa guerrilla tiene dos de sus frentes de guerra más poderosos e incluso influencia política.

«En estas dos regiones ya lo han obtenido», dice, y aclara que no obstante esa predominancia, el ELN «tiene en Arauca un controversia muy violenta con disidencias de las FARC, y en el Catatumbo tienen enfrentamientos con un grupo del Ejército Popular de Liberación (EPL) y también con disidencias de las FARC».

 ‘Horizontes para la paz’

Pardo publicó hace unos meses ‘Horizontes para la paz’ (Planeta), un libro en el que expone sus «ideas para negociar la paz en la Colombia de hoy» partiendo de su experiencia como negociador o consejero en los procesos más exitosos llevados a cabo en el país.

Ese conocimiento abarca negociaciones en los años 90 con el M-19, con el EPL y con otras guerrillas menores como el Quintín Lame, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y con la Corriente de Renovación Socialista (CSR). Además, intervino en los diálogos con las FARC que condujeron al acuerdo de 2016.

Por su experiencia, señala que la visión del conflicto y de la paz del ELN «sigue igual, lamentablemente», a la de hace 40 años.

«Parece que los nuevos tiempos no han hecho mayores cambios. Sin embargo, la dinámica de la guerra es otra debido a las disidencias de las FARC y a (la banda criminal) Clan del Golfo, entre otras, en la disputa por rentas ilegales», afirma.

Los diálogos con el ELN se llevan a cabo principalmente en Venezuela, país que fue crucial en las negociaciones con las FARC pero que en este momento está en una crisis política que puede afectar las conversaciones con ese y otros grupos armados ilegales, como la Segunda Marquetalia, porque el presidente «Nicolás Maduro está muy débil desde las elecciones presidenciales» del pasado 28 de julio, afirma.

Con respecto al programa de ‘paz total’ del presidente Petro, Pardo considera que al igual que con el ELN, el tiempo no le va a alcanzar para concretar algo, porque hay una proliferación de grupos armados ilegales, ya que Colombia «es un país que recicló con otras características la violencia en los territorios».

«El presidente tiene ocho mesas de negociación (con el ELN, disidencias y paramilitares) y en ninguna el tiempo le va a alcanzar. El diseño (de esa política) ha sido bastante errático e improvisado», afirma.

Pardo también considera que, en su afán de conseguir la ‘paz total’, Petro ha sido muy generoso con el ELN o las disidencias, sin que eso le represente avances en las negociaciones.

«Ha sido inmensamente generoso, en exceso generoso. Sin explicación y con enormes consecuencias», concluye.

Jaime Ortega Carrascal

EFE