Washington, 11 junio de 2025.– Las protestas contra las redadas migratorias iniciadas en Los Ángeles (California) se han extendido a otras grandes ciudades de Estados Unidos, ante lo que las autoridades republicanas de Texas, aliadas del Gobierno de Donald Trump, han decidido desplegar la Guardia Nacional para contenerlas.
Los Ángeles vivió anoche su primer toque de queda desde el inicio de las manifestaciones, en un intento de las autoridades locales por frenar los disturbios.
Mientras tanto, las protestas se trasladaron a Nueva York, donde se registraron enfrentamientos con la policía en las inmediaciones de la sede del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), organismo encargado de las redadas.
También se reportaron incidentes en Chicago y protestas menores en otras ciudades como Denver, Las Vegas, Atlanta, Filadelfia, Boston y Washington.
Las manifestaciones comenzaron el pasado viernes en Los Ángeles, ciudad de mayoría latina, en rechazo a las redadas del ICE y a la política de deportaciones del Gobierno de Trump, derivando en enfrentamientos con la policía y la quema de vehículos.
Como respuesta, Trump ordenó el despliegue de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines, una medida que ha sido rechazada por el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quienes consideran que se trata de una acción desproporcionada que solo busca aumentar la tensión.
El presidente republicano llegó incluso a amenazar con invocar la Ley de Insurrección, lo que le permitiría desplegar al Ejército dentro del territorio nacional para contener disturbios civiles.
A pesar del despliegue, las protestas continuaron y las autoridades locales de Los Ángeles decretaron un toque de queda en el centro de la ciudad, una medida que, según argumentan, fue necesaria porque Trump ha «incendiado» la situación.
La Guardia Nacional, desplegada en Texas
Ante la convocatoria de nuevas protestas en Texas, el gobernador republicano Greg Abbott ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, convirtiendo al estado en el segundo con presencia militar, aunque, a diferencia de California, con el visto bueno del gobernador.
«La protesta pacífica es legal; dañar a una persona o propiedad es ilegal y conllevará arresto», escribió Abbott en su cuenta de la plataforma X.
Este miércoles está prevista una protesta en San Antonio, ciudad texana de mayoría latina, para la que las autoridades locales ya se están preparando, según informó el jefe de policía, William McManus.
El sábado también se esperan manifestaciones en San Antonio, así como en Houston, Dallas y Austin, las principales ciudades del estado, como parte de una convocatoria nacional en rechazo a las políticas de Trump.
Estas protestas coincidirán con el desfile militar organizado por el mandatario en Washington para conmemorar los 250 años del Ejército estadounidense, celebración que coincide además con el cumpleaños número 79 del republicano.
El presidente ha dejado claro que no quiere manifestaciones durante el desfile: «Celebraremos por todo lo alto el sábado, y si hay alguna protesta, quienes participen se enfrentarán a una fuerza muy grande», advirtió el martes.
Tensión con México
La bandera mexicana se ha convertido en un símbolo de las protestas en Los Ángeles. Para sus defensores representa la diversidad de Estados Unidos, pero para la Casa Blanca es vista como una muestra de la «invasión» migratoria que denuncia.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kriti Noem, arremetió el martes contra la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acusándola de «alentar» las protestas tras unas declaraciones en las que condenó la violencia de ambos lados.
«Sheinbaum alentó más protestas en Los Ángeles y la condeno por ello», afirmó Noem en presencia de Trump.
La mandataria mexicana respondió este miércoles que «nunca» ha llamado a movilizaciones violentas en Estados Unidos y aseguró que sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
EFE