Tokio, 15 may – El reportero nipón que fue encarcelado en Birmania por su cobertura de las protestas tras el golpe de Estado ha sido deportado a Japón tras ser liberado por las autoridades birmanas a petición del Gobierno japonés, según recogen hoy medios locales.
El reportero independiente Yuki Kitazumi, de 45 años, fue detenido en Rangún el 18 de abril y enfrentaba una posible pena de hasta tres años de cárcel por difundir supuestamente «noticias falsas» y por apoyar el movimiento de desobediencia civil contra el golpe militar, pero las autoridades anunciaron la retirada de los cargos.
El periodista pudo abandonar su cautiverio después de que el Ejecutivo nipón pidiera públicamente su liberación y de que Tokio «trabajase activamente a través de varios canales y a varios niveles con Birmania» en ese sentido, según dijo en la víspera el ministro de Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi, en un comité parlamentario.
Kitazumi, quien llegó al aeropuerto tokiota de Narita en la noche entre el viernes y este sábado y se encuentra en buen estado de salud, expresó su «frustración» por «no haber podido informar sobre la situación en Rangún», en declaraciones a los medios locales.
El periodista independiente también dijo que recibió amenazas durante su encarcelamiento, y mostró su intención de seguir informando sobre Birmania desde Japón debido a que la gente de ese país «le ha pedido que transmita al mundo» lo que sucede allí.
Kitaizumi fue detenido en un primera ocasión a finales de febrero mientras cubría las protestas contra el golpe, aunque fue liberado en el mismo día. Volvió a ser arrestado el 18 de abril y desde entonces permaneció retenido en prisión y en instalaciones policiales.
El diario oficialista birmano Global New Light of Myanmar aseguró en la víspera que aunque el periodista japonés había violado algunas leyes, la decisión de liberarlo se tomó «teniendo en cuenta las relaciones cordiales entre Birmania y Japón y en vista de las futuras relaciones bilaterales».
Su liberación se ha producido en medio de una enorme represión de la junta militar contra los medios independientes y la libertad de expresión.
Desde el golpe de Estado del 1 de febrero las autoridades militares han detenido a más de 40 periodistas, emitido órdenes de arresto contra una veintena y retirado las licencias de decenas de medios.
Uno de los periodistas que afronta una orden de arresto es Mratt Kyaw Thu, corresponsal de la Agencia Efe en Rangún, que consiguió salir del país y que ha pedido asilo en Alemania.
El miércoles, el periodista birmano Min Nyo, que trabajaba para el medio DVB (Democratic Voice of Burma), fue condenado a tres años de prisión por su cobertura de las protestas contra el golpe de Estado.
La mayoría de los periodistas birmanos viven ahora en la clandestinidad dentro de su país o se han marchado al extranjero mientras continúan informando a diario de la represión de las fuerzas de seguridad en Birmania.
EFE