Por la carretera que conecta a Bogotá con la ciudad de Tunja (centro), un grupo de 17 venezolanos camina con costales, maletas, bolsas, un coche para bebés y hasta un colchón; su objetivo es regresar a su país porque en Colombia no han recibido ayuda ante la pandemia del coronavirus y no quieren morir de hambre.
En el peaje de Los Andes, punto de salida de la capital colombiana hacia el departamento de Boyacá, cuya capital es Tunja, los miembros de la familia Rojas compran algo con el poco dinero que les queda y caminan abrigados para combatir el frío mañanero de Bogotá, ciudad a la que habían llegado hace nueve meses buscando un mejor futuro.
«Nos sacaron de donde vivíamos ¿y cómo hacemos con nuestros hijos? (…) Dormir bajo un puente con nuestra familia no se puede. En Venezuela tampoco se puede, la situación está demasiado fuerte y todo el mundo lo sabe», comenta a Efe Manuel, miembro de la familia Rojas que estaba radicado en Bogotá y hoy cubre su rostro con una mascarilla improvisada.
Sin embargo, tiene la esperanza de que en su país, a pesar de la crisis en que viven, encuentren algo mejor porque conocen a más gente y pueden pedir más ayuda.
LARGA CAMINATA DE REGRESO
Para regresar a Venezuela los migrantes comenzaron este viernes una caminata que debe terminar en ocho días en la ciudad colombiana de Cúcuta, que tiene el principal paso fronterizo con Venezuela, donde saben que la situación no es fácil pero por lo menos estarán entre los suyos.
En total son más de 530 kilómetros los que deberán recorrer para llegar a Cúcuta, un trayecto que harán por el momento a pie y que contrasta con lo que ocurría hace un año, cuando eran miles los venezolanos que caminaban desde su país hacia el interior de Colombia e incluso hacia otras naciones como Ecuador y Perú.
«Pedimos al señor presidente (de Colombia, Iván Duque) que ayude a los venezolanos y nos mande una buseta (autobús) para que nos saque de aquí, nos están sacando de los arriendos», dice, por su parte, Antonio Rojas.
Por toda Colombia son miles los venezolanos que quieren llegar hasta el puente Simón Bolívar, en Cúcuta, y de allí cruzar a San Antonio, en el estado venezolano de Táchira.
Según Migración Colombia, poco más de 2.200 han pasado por los corredores humanitarios habilitados por las autoridades en la frontera cerrada desde que comenzó la cuarentena obligatoria para contener la pandemia.
SIN MEDIOS Y SIN HOGAR
Con la parálisis económica que conlleva la cuarentena, miles de venezolanos que habían emigrado a Colombia se quedaron sin fuente de ingresos y en consecuencia sin medios para comer o para pagar un arriendo, por lo cual optan por el regreso.
Como la familia Rojas, a muchos les toca apelar a la caminata, a pesar de la prohibición de salir de casa vigente desde el pasado 25 de marzo y hasta el 27 de abril, mientras que unos pocos afortunados han podido alcanzar la frontera en autobuses.
Sin embargo, las autoridades han alertado de que hay «un grupo de transportadores, quienes portando documentación falsa supuestamente expedida por la autoridad migratoria colombiana, buscan evadir los controles».
Uno de esos casos ocurrió el domingo pasado, cuando seis conductores de autobuses de servicio especial que fueron «detenidos en un control vial a la altura de Tunja, presentaron a las autoridades un comunicado falso, con sellos del Ministerio de Relaciones Exteriores», detalló Migración Colombia.
El organismo señaló que en el documento los hombres «aseguraban que estaban prestando un servicio de apoyo logístico y administrativo a las seccionales de Migración Colombia de las ciudades de Bucaramanga y Bogotá para el transporte de ciudadanos venezolanos», lo que es falso.
EL PARQUE DE LOS VENEZOLANOS
En Bucaramanga, capital del departamento de Santander (noreste), centenares de venezolanos se han aglomerado esta semana en el Parque del Agua, donde piden con urgencia al Gobierno colombiano una ayuda para poder regresar a su país.
La imágenes de la multitud preocupan a las autoridades, pues temen que pueda haber un foco de contagio del coronavirus entre quienes pasan los días a la espera de soluciones para situación.
Por ello, el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, dijo que su despacho acompañó el jueves «el proceso de 300 venezolanos que querían retornar a su país de origen».
Esa operación de traslado a Cúcuta para desde ahí cruzar la frontera estuvo acompañada por el Ejército y la Policía, quienes han garantizado la seguridad de los migrantes en el Parque del Agua.
Más de 1,8 millones de venezolanos están radicados en Colombia, según el más reciente informe de las autoridades migratorias divulgado a principios de mes, de los cuales hay miles que agregan una incertidumbre más a sus vidas por cuenta del coronavirus.
EFE