Londres, 27 de septiembre de 2021 – El Gobierno del Reino Unido descarta «por el momento» recurrir al Ejército para transportar tanques de combustible a las gasolineras del país, mientras busca soluciones a la escasez de transportistas y el aumento de la demanda por temor al desabastecimiento.
Desde que el jueves el gigante petrolero BP anunciara la clausura de algunas de sus estaciones al no poder llevar el combustible hasta los surtidores, gasolineras de todo el territorio han registrado largas filas de vehículos para llenar sus depósitos.
El titular británico de Medioambiente, George Eustice, aclaró este lunes a la BBC que, pese a los insistentes rumores esparcidos por los medios, «por ahora no hay planes de involucrar al Ejército» en el transporte del combustible a las estaciones de servicio.
«Lo más importante es que la gente compre la gasolina como lo haría normalmente. No hay escasez. Ha habido algunas carencias de transportistas que lleven el combustible, pero bastante limitadas», tranquilizó el ministro, al tiempo que algunas gasolineras hablan de un repunte del 500 % en la demanda frente a la pasada semana.
Brian Madderson, presidente de la Asociación de Minoristas de Petróleo, atribuyó hoy la crisis a que «alguien filtró una información confidencial de BP en una reunión del Gabinete hace unos diez días».
«Teníamos problemas de escasez de conductores que llevaran tanques de combustible, pero en ese momento no era una situación crítica», dijo Madderson a la BBC, convencido de que esa filtración provocó pánico a la hora de comprar en los principales centros urbanos.
PROTOCOLO DE EMERGENCIA
Frente al caos, el Gobierno suspendió ayer temporalmente la aplicación de la ley sobre competencia a la industria de los combustibles para facilitar que las compañías pueden «compartir información» y «optimizar» el suministro a las gasolineras.
Este fin de semana se anunciaron 5.000 visados temporales para que conductores extranjeros cubran vacantes en los próximos tres meses, una medida que las patronales del transporte tachan de insuficiente pues se necesitan cerca de 100.000 trabajadores más.
En este sentido, Edwin Atema, del sindicato holandés FNV -que agrupa a transportistas de toda Europa-, opinó hoy en declaraciones a ITV que la oferta de visados temporales no bastará para atraer a esos trabajadores.
Atema apuntó que ese gremio «no irá al Reino Unido con visados a corto plazo para ayudar a este país a salir de la mierda que ellos mismos se han creado».
Desde este verano la llamada Asociación de Transportistas por Carretera (RHA) ha alertado de que se precisan alrededor de 100.000 conductores extra para hacer frente a una crisis que también afecta a los supermercados y la hostelería.
Tanto transportistas como la industria cárnica y avícola culpan en parte a la imposibilidad de contratar a europeos sin un visado de trabajo tras el Brexit y a la marcha de miles de comunitarios a sus países de origen durante la pandemia.
La portavoz de Economía del opositor Partido Laborista, Rachel Reeves, recordó hoy, al tiempo que arrancó el congreso anual de esa formación en Brighton (sur de Inglaterra), que la industria de transportistas lleva meses advirtiendo de la escasez de conductores y acusa al Ejecutivo de desoír esos mensajes.
«El Gobierno ignoró estos problemas y por ello estamos ahora ante esta situación, en la que la gente va al supermercado y se encuentra con escasez de productos, y por la que estamos viendo filas en las gasolineras para no poder rellenar los depósitos», lamentó hoy a ITV.
Representantes de compañías como Shell, ExxonMobil, Greenergy, Wincanton y Certas indicaron en un comunicado conjunto divulgado anoche que «los problemas se deben a picos temporales en la demanda y no a una escasez nacional de combustible».
Patricia Rodríguez
EFE