El rostro de Pablo Escobar que observa impasible desde lo alto de una bandera verde y blanca marca claramente la entrada al barrio y confirma que éste es el lugar adecuado.
El célebre narcotraficante ha estado muerto por 20 años, pero su recuerdo parece estar más vivo que nunca en Colombia, donde muchos lo consideran un monstruo pero otros aún lo veneran como a un santo. La relación bipolar de Colombia con Pablo Escobar http://bbc.in/IEIe18
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