Colombia, 29 diciembre de 2021.- Este martes 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, el exarquero René Higuita sorprendió a los usuarios en las redes sociales con una petición de «audiencia» a las jefaturas de las Farc y el Eln.
“Un saludo a los jefes del Eln y las Farc acá en el Magdalena Medio. Ya no solamente hay que pagar el impuesto en la ciudad, sino también acá en el monte, y no uno, sino dos. A nosotros como ganaderos, como gente que hace rato estamos en esta región nos está quedando bastante difícil”, enfatizó Higuita.
Luego, va más allá, le pide a esas organizaciones ilegales hacer una reunión no solo para él, en el video habla de otros ganaderos sin mencionar sus nombres; además le desea al Eln y las Farc una feliz Navidad.
“Estamos dispuestos a la hora que quieran para que dialoguemos, conversemos y hagamos más sostenible la situación en este paraíso. Un fuerte abrazo, feliz Navidad y un feliz 2022″.
En un país como Colombia, donde la «vacuna” (extorsión) se paga directa o indirectamente en campos y ciudades, este tipo de anuncios no deberían sorprender, sin embargo, lo afirmado por René es una muestra fehaciente de lo que se está viviendo en barrios, comunas, corregimientos de Medellín y la subregión del Valle de Aburrá. Obviamente en el resto de subregiones es igual. Caparros, Disidencias, Eln, Oficina del Valle de Aburrá, bandas independientes y AGC cobran todo tipo de vacunas a la gente, ya sea por tener carro, negocio comercial, finca, casa, entre otros.
Pero es una situación que no solo padece Antioquia. También ocurre en Cundinamarca, Atlántico, Valle del Cauca, Córdoba, Risaralda, Caldas y todo el país. En otras palabras, los grupos armados ilegales ofrecen “protección” a cambio de un estipendio; esto bajo la omisión de las autoridades.
Lo de Higuita es la mejor representación de lo que viven miles de colombianos. La vacuna es real y poco o nada se hace para acabar con ella, solo queda decir, feliz Navidad y un mejor año 2022 a los grupos armados en Colombia. Que este nuevo año sea el que sirva para su negociación o sometimiento a la justicia, a partir de un nuevo Gobierno, pues el viejo dejó todo igual, y peor aún: con la violencia y la criminalidad al alza.