Antioquia, 17 abril de 2021.-
La violencia en Antioquia sigue expandiéndose silenciosa, pero extendiéndose ampliamente a todas las cortinas limítrofes de municipios en alta tensión, de Ituango hacia Sabanalarga, Peque, San Andrés de Cuerquia, Toledo, Briceño, San José de la Montaña, Yarumal, Valdivia y otros lugares estratégicos para consolidar estrategias armadas ilegales con peligrosos resultados contra la población.
Todos estos municipios tienen algo en común, el Río Cauca, la vertiente Chorros Blancos, los cañones de San Andrés y la Santa María. Allí hacen presencia grupos armados ilegales como Disidencias del 5, 18, 36, Estructura Central Urabá (Juan de Dios Úsuga) del Clan del Golfo, el Ejército de Liberación Nacional, y los Caparros y el Clan del Golfo que se disputan los corredores y dinámicas económicas con graves consecuencias en la gobernabilidad y el aumento de la violencia contra la población.
El Drama eterno para estos municipios
En esta zona de influencia del Río Cauca la oficina de monitoreo de la ONU inspeccionó durante el 2021 en el municipio de Ituango,4 amenazas individuales y colectivas, 5 tipos de desplazamiento, 6 combates o enfrentamientos, 1 confinamiento, restricciones a la movilidad, 1 secuestro afectando de manera directa e indirecta a aproximadamente 8.600 personas.
Por su parte, en el municipio de Yarumal han ocurrido dos amenazas, 2 casos de desplazamiento individual, un homicidio aparentemente político y dos homicidios contra persona protegida. En Briceño fueron asesinadas una excombatiente de las FARC y su hermana. En San Andrés de Cuerquia se han presentado durante el 2021 2 homicidios a persona protegida. En Sabanalarga ocurrió una amenaza individual y un desplazamiento forzado por parte de actores armados que ejercen fuerte control en todo el municipio.
En Valdivia se presentó el reclutamiento forzado de 6 jóvenes que viajaban de polizones en un camión que transitaba hacia la costa atlántica del país y que posteriormente, dos de ellos fueron dejados en libertad por condiciones de salud.
Evidentemente la crisis social emanada de la presencia armada tuvo como escenario principal el municipio de Peque. Aquí han ocurrido 1 enfrentamiento, 1 combate, 2 homicidios contra personas protegidas, 1 campesino resultó herido, 2 confinamientos y el desplazamiento masivo de las veredas Los Chorros, Portachuelos, Nueva Llanada y La Redonda (Zona Norte) hacia el casco urbano del municipio. Estos hechos dejaron 1.087 víctimas directas e indirectas. Un amplio porcentaje de estos desplazados retornaron días después a sus veredas.
A pesar de que en Colombia las cifras de tasas de homicidios se redujeron entre el 2019 al 2020 y pasaron de 25 a un 24 casos por cada cien mil habitantes, en esta zona de influencia municipios como Yarumal, Peque, Sabanalarga y Valdivia aumentan considerablemente, siendo duplicada la cifra en Yarumal del 2019 al 2020.
El año 2021 para los municipios de Ituango y Peque se calcula que aumentarán los homicidios selectivos vertiginosamente y las acciones de violencia se seguirán concentrando en esta zona focalizada a orillas del Río Cauca.
Las cifras del terror
Las acciones terroristas no se han hecho esperar. Durante el 2019 ocurrieron 18 actos terroristas, 8 en Ituango, 8 en Valdivia y 2 en Briceño. Para el 2020 se repitieron 8 casos en Ituango y 1 en Briceño. Este año 2021, hombres armados, presuntamente integrantes del ELN quemaron 2 tractocamiones. . Estos vehículos se encontraban parqueados en la vía a la Costa Atlántica en jurisdicción de Valdivia, por este evento se realizó el cierre de la vía por varias horas y se generó zozobra entre la población.
Los victimarios y su proceso de expansión.
Una de las zonas que concentra la disputa por el territorio es la situada alrededor del Cañón del Río San Andrés y la Santa María, toda esa franja del Cauca que comparten los municipios de Peque, Sabanalarga, Toledo, San Andrés de Cuerquia, Ituango y Briceño y ahora se convierte en el centro de las disputas.
Quién impera en el control y la presencia armada ha sido el Clan del Golfo. Siguen manteniendo una condición firme para expandirse a zonas dejadas por la antes Guerrilla de las FARC-EP y asegurar su permanencia militar
Desde junio del 2020, la estructura Occidental del Clan del Golfo realizó una estrategia militar que llamó “Operación Mil” a Ituango y a zonas de influencia del Río Cauca para esparcirse con mayor poder en la zona; esa es una de las claras razones del cómo y el por qué su avance ha generado la disputa, también se han intensificado las acciones criminales contra la población civil y los excombatientes en proceso de reincorporación que permanecen en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Santa Lucía en el municipio de Ituango.
En este rincón del departamento han hecho presencia grupos armados desde los años 80 que dieron paso a la creación de los Frentes 18 y 36 de las FARC-EP respectivamente.
Luego las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) y el Bloque Mineros de las AUC se expandieron hacia esta zona para buscar controlar los municipios de las subregiones de Norte, Occidente, Bajo Cauca, siendo este el inicio de fuertes disputas con las antes FARC-EP que ya estaban consolidadas en los municipios de Ituango, San Andrés de Cuerquia, Toledo, Angostura, Valdivia, Briceño, Campamento y Yarumal.
Los procesos de pos desmovilización y la firma del acuerdo de paz genera otros fenómenos en los cambios de dinámicas armadas con otras representaciones en cabeza del ya conocido grupo paramilitar del Clan del Golfo, las Disidencias y Los Caparros que ahora buscan imponerse a toda costa.
Predomina el poder criminal del Clan del Golfo en las zonas rurales y urbanas de los municipios, en los cascos poblados comparte ese control con los urbanos provenientes del Valle de Aburrá.
El Bloque Virgilio Peralta Arenas (BVPA) o Los Caparros ingresan al municipio de Ituango desde el nororiente en los límites con el municipio de Tarazá, desde esa zona intentan controlar el movimiento de las comunidades buscando un control estratégico.
Sabanalarga Antioquia, una historia que se volvió a repetir
El municipio está ubicado en la subregión del Occidente antioqueño, limitando con Peque, Ituango y Toledo, siendo una de las poblaciones más antiguas del departamento, donde fue erigida como localidad en 1740 y es considera como fundadora oficial a María del Pardo.
Históricamente la zona ha sido rica en ganadería, minería y agricultura, pues el café y el frijol han marcado la pauta de la esta última, durante muchos años. En estos momentos el municipio cuenta con su propia panela, producida por campesinos que madrugan día a día para llegar con el buen sabor al hogar de los sabanalarguenses.
El municipio ha tenido historia de violencia, dejando consigo muertes y desplazamientos forzados. “Según datos del programa de atención y reparación integral a las víctimas del conflicto armado del municipio de Sabanalarga (PAT) es el 4to municipio de Antioquia con más cantidad de víctimas del conflicto armado con un estimado de 6237, de una población de 9066 personas según la base de datos del Sisben, es decir el 68,7% del total de la población ha sido víctima del conflicto armado; 4700 personas se han visto inmersas en el desplazamiento forzados, el 77% de estas se desplazó al mismo municipio-intra municipalmente-, 1400 no tienen definido un hecho como tal, pueden ser personas con un grado de consanguinidad o estar inmersas en varias situaciones, 165 homicidios, 89 torturas, 83 secuestros. (Moreno, 2019, pág. 51)
Primera llegada
Sin embargo, ha tenido sus momentos de violencia y desplazamiento, por lo que algunas poblaciones emigraron a diferentes municipios debido a esta problemática social. El 6 de enero de 1984 fue la primera vez que se entró el grupo ilegal denominado Ejército Popular de Liberación, que es una organización guerrillera de extrema izquierda fundada en 1967, formando parte del conflicto interno del país.
Aproximadamente a las 7 p.m. comenzó el ataque por parte de este grupo, donde fueron horas de enfrentamiento y daños en el casco urbano, pero a la 1:00 a.m. fueron los encargados de reunir a la población en el parque principal dando la orden de saquear el almacén agrícola, uno de los más grandes de Sabanalarga. Allí hubo varios muertos y heridos entre ellos policías y miembros del EPL.
El palacio municipal quedó destruido, asesinando a todos los agentes de policía que se encontraban en el lugar.
Desde ese momento comenzó el temor de las comunidades, la intranquilidad estaba invadiendo al municipio, ya no se sentían seguros en su misma tierra. “Tocaron mi puerta porque un vecino le dijo a uno de los integrantes de este grupo que mi esposo tenía una mula, entonces le dijeron que sino la entregaba, nos mataban porque ahí iban a llevar a uno de los heridos y no podían perder tiempo”, narró una habitante (no se revela el nombre por protección).
En Sabanalarga durante esa época, se presentaron corredores estratégicos para que los distintos actores armados, los utilizaran para la movilización y transporte ilegal de cultivos ilícitos.
En segunda parte, está la existencia de macro proyectos que le reducen terreno al municipio y por el otro, provocan el desplazamiento de los habitantes de las veredas implicadas agudizando los niveles de pobreza, generan impactos en la salud, a los usos y fertilidades de los suelos por la transformación del espacios, provocando daños en el ecosistema y tercera parte, son los asesinatos y homicidios a integrantes de la comunidad. (Moreno, biblioteca digital udea, 2019, pág. 54)
Segunda toma
Cinco años después en el 1989, las FARC estaban apoderándose del territorio antioqueño, pues llegaron nuevamente a Sabanalarga, está vez a la zona rural entre el corregimiento El Junco y Machado, donde este grupo intentó obtener el poder del territorio, sin embargo, los policías no lo permitieron y se enfrentaron nuevamente, éste, arrojó el resultado de cuatro muertos de las FARC, un nuevo golpe para ellos.
Desplazamiento
Pero esto no termina, el 12 de julio de 1998 paramilitares del Bloque Noroccidente Antiqueño, llegaron a las zonas rurales de La Aurora y Orobajo (vereda que no existe debido a la represa Hidroituango), allí asesinaron a 11 personas entre las que se encontraban varios trabajadores de una mina. De acuerdo con el centro de investigación académico Cinep, debido a estos hechos alrededor de 250 habitantes se desplazaron forzadamente sobre todo los que habitaban en Orobajo, donde migraron hacia el casco urbano del municipio y Medellín.
Según La Fiscalía, la masacre fue hecha por este grupo que para ese entonces estaba el mando de Luis Arnulfo Tuberquia alias “Memín”, donde siguió delinquiendo en la subregión hasta su captura en el año 2008.
Durante este año Sabanalarga experimentó la mayor cantidad de desplazamientos forzados, donde la población vivió la experiencia de extorsión, muertes selectivas, masacres, tráfico de cultivos, explotación minera y cultivos ilícitos.
La mayor cantidad de hechos ocurrieron en Orobajo, vereda que limita con el municipio de Ituango, ubicada en el cañón del río Cauca. La guerrilla ha controlado por varios años el Norte y Occidente de Antioquia, primero fue el EPl y luego las FARC, donde construían cambuches para esconder los secuestrados y reclutar a los jóvenes.
La mayor cantidad de hecho en Sabanalarga ocurrieron en Orobajo, el cual limita con Ituango, en la vereda de Remartin con Peque, y en Nohava y la Aurora, limitando con Toledo, estas tienen en común que están ubicadas en el cañón del río Cauca. Al conocer la importancia geoestratégica del municipio y sus veredas con conexión intermunicipales al norte y occidente Antioqueño, principalmente las que daban paso a los municipios que limitaban con el Paramillo, comenzaron el ataque por la dominación territorial. (Moreno, biblioteca digital udea, 2019)
Sin autoridad
A raiz de este desplazamiento forzado, las víctimas se vieron obligados a comenzar de cero y olvidar lo ocurrido, ya que si hablaban eran asesinados inmediatamente. En el 2002, Sabanalarga y Peque no contaban con la presencia de las autoridades, ya que en el gobierno de Andrés Pastrana, líder del partido Conservador Colombiano, se llevó a cabo la eliminación de algunos puestos de policía de las zonas que se encontraban en alerta roja, por la presencia de estos frentes al margen de la ley- Las FARC volvieron nuevamente a las tierras del pueblo cañonero y dejaron sin vida a una comerciante. “Ese día me acuerdo muy bien porque me encontraba en ese almacén escondida y ellos gritaron para que lo abrieran, sin embargo, ella no hizo caso y la mataron delante de su pequeño hijo, que en ese entonces tenía 3 años”.
Pasaron dos años para que el municipio logrará tener nuevamente una estación de Policías y que así se sintieran un poco protegidos, en el 2004 durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, los sabanalarguenses celebraron está llegada.
Durante el mandato de Uribe no se volvió a presentar ningún tipo de violencia en Sabanalarga, pero la dicha no duró tanto, volvieron a aparecer las FARC el 20 de mayo del 2012, está vez no hubo enfrentamientos contra la fuerza pública, pero quemaron dos buses del servicio público, uno, en el casco urbano a las 2:10 a.m. con la detonación de una carga explosiva, ubicada en la llanta delantera derecha de un bus de placas SKK 078 que quedó totalmente destruido y el otro en la vereda La Floresta. Además, instalaron una bomba en la salida del municipio, afectando la tranquilidad de los habitantes. En ese año, la zona fue nuevamente declarada en alerta roja y contó con el acompañamiento del Ejército Nacional durante dos meses para brindar seguridad a los habitantes.
“Gracias a Dios esta desgracia no pasó a mayores. Nosotros creemos que este hecho se atribuye al frente 36 de las Farc; que estos hechos buscan multiplicar el caos en la población y que los grupos al margen de la ley se están haciendo sentir”. Indicó el alcalde de aquel entonces Carlos Henao a través de medios de comunicación.
Las comunidades pensaban que después de tanto tiempo y tranquilidad las cosas iban a mejorar, pero no fue así. El 1 de octubre del 2020 las casas de la zona urbana y algunas veredas amanecieron con una palabra escrita en sus muros y paredes: “AGC” y de nuevo, el temor se tomó al municipio.
Ahora, los habitantes del corregimiento El Oro no salen de sus viviendas y están migrando hacia la ciudad, ya que están haciendo presencia, apoderándose del territorio y de la agricultura de esta región.
“Prefiero irme para otra parte y perder todo lo que he hecho por años, la situación cada vez se pone más difícil y uno tiene que hacer caso a todo lo que ellos digan”, expresó una habitante del corregimiento. Así mismo, con este grupo, hacen presencia los paramilitares, más conocidos como los “paracos”.
Estos dos grupos al margen de la ley están en disputa por el territorio de Sabanalarga, ambos se encuentran presentes en algunas veredas y en el casco urbano. A finales del 2020 hubo un enfrentamiento entre ellos en el corregimiento El Junco, que dejó varias personas heridas pertenecientes a los paramilitares.
¿Qué son?
Paramilitares o Paracos: Hace referencia a un grupo armado ilegal de derecha o extrema derecha, que se encarga de crear estrategias para apropiarse de los territorios.
AGC: Más conocidos como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Clan Úsuga, Clan del Golfo, Los Urabeños y Bloque Héroes de Castaño, este grupo armado forma parte del conflicto interno del país, considerada como la agrupación más grande, peligrosa y más estructurada, ya que poseen un número considerables de combatientes con presencia en 211 municipios de Colombia.
Guerrilla: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo, fueron una organización guerrillera insurgente y terrorista colombiana de izquierda, basadas en ideologías complejas con el objetivo de perjudicar a las poblaciones. En Colombia han dejado 262.197 muertos en el país entre 1958 y 2018.
Disputa
La disputa entre estos grupos armados en el municipio, consiste en adueñarse del territorio, para comenzar a implementar las reglas de cada organización delictiva, en estos momentos en algunas zonas rurales cómo el corregimiento El Junco, se encuentran los paramilitares, así mismo en el casco urbano, donde realizan acciones de sicariato y cobran la famosa “vacuna” a los comerciantes con el objetivo de “cuidar el pueblo”. Según información de algunos habitantes, ellos son los encargados de decidir por la vida de los que allí habitan.
Sin embargo, después de nueve años, vuelven la guerrilla y las AGC para tomar el mando de Sabanalarga, hasta el momento, no se han presentado desplazamientos ni masacres, pero la población se está sintiendo afectada por lo que está sucediendo, quitando lo más importante de cada región y es la tranquilidad.
“No es fácil levantarte y lo primero que veas al salir a la puerta son paredes ralladas que digan AGC, uno piensa en la familia y que no vuelva a suceder lo de épocas pasadas, donde era normal ver los desplazamientos”, expresó Berta Moreno, habitante de Sabanalarga.
La guerrilla tiene intimidada a los habitantes que transitan por las zonas del río Cauca, especialmente a los lancheros que trabajan día a día para conseguir los alimentos de sus familias, por medio de los paquetes turísticos que ofrecen, pero si alguno de ellos se niega a transpórtalos paga las consecuencias.
Hasta el momento, este grupo delincuencial no ha perpetuado masacres en lazona rural cómo lo hacía años anteriores. Por ahora están en el río cauca, donde está la represa Hidroituango que logra una conexión más rápida entre Sabanalarga e Ituango, dos municipios que han sufrido la ola violencia.
“Es normal que uno vaya en la lancha y vea hombres armados vigilando la zona, lo malo que es uno tiene que hacer lo que ellos digan porque está uno trabajando en su territorio como ellos dicen”, indicó uno de los lancheros afectados, no se puede relevar el nombre para proteger la vida.
En enero del 2021 estuvo presente el Ejército Nacional de Colombia para controlar lo que se venía presentando, generando operativos que dieran con la captura de cabecillas. El 23 de enero fue dado de baja alias “Dumas”, sujeto señalado por las autoridades de ser el segundo cabecilla del grupo armado organizado residual denominado Quinto Frente. Este hombre llevaba 20 de años realizando delitos y tenía injerencia en los municipios de Ituango, Toledo, San Andrés de Cuerquia y Sabanalarga.
Hasta el momento la población sigue a la espera de que el Estado brinde soluciones, para que no tengan que volver a vivir la situación de años anteriores. Cabe recordar, que los municipios de Ituango, Toledo y Sabanalarga son un el nudo, que los grupos ilegales eligen para delinquir, ya que la zona conocida como “tres cañones”, es un extenso territorio conformado por el cañón del río Cauca.
No hay que olvidar que Ituango está ubicado en el Nudo de Paramillo y que las dinámicas de violencia del orte de Antioquia están estrechamente ligadas a este basto y biodiverso territorio.
Es real la existencia de una guerra por el control de las economías lícitas e ilícitas presentes en estos territorios, pero no es el objetivo en sí de las disputas actuales. La disputa actual tiene como objetivo, consolidar una retaguardia armada para el actor armado que logre consolidarse. Actualmente, las AGC están en Guerra en el Chocó y en el bajo cauca antioqueño y el Nudo de Paramillo les permite estar en medio de estos dos frentes de guerra. (Colaboradores, 2020)
La sed que tienen en Ituango por fomentar la violencia no cesa, dos movimientos armados se presentan en la actualidad como representantes de las AGC que pretenden tomar el control del norte y bajo cauca y el otro más conocido como “Comando Paramilitar” de las disidencias del Frente 36, el mismo que ha ocupado los cañones del río San Andrés de Cuerquia y la Santa María (vereda perteneciente a Sabanalarga).
La confrontación armada entre las disidencias del Frente 18 y las AGC comenzó a concentrarse en la frontera occidente del municipio de Ituango desde las veredas de Guacharaquero, Paloblanco, La Florida, La Honda, El Cedral, Santa Ana y Quebrada del Medio, que limitan con el municipio de Peque. Este movimiento generó que el 23 de febrero del presente año se registrara un desplazamiento de 863 personas en estos territorios y en el mes de junio una masacre en la vereda Quebrada del medio. (Colaboradores, 2020)
Las disidencias del Frente 36 se han instalado en los cañones del río San Andrés y en el cañón de la Santa María, para comenzar a ejercer el control en el corregimiento El Oro de Sabanalarga, que por años estuvo habitado por grupos delincuenciales que atemorizaban a las comunidades que habitabanallí.
Desde el 25 de junio las comunidades empezaron a denunciar la presencia de 20 a 30 hombres armados en la vereda Biogui, en la vereda Helechales el de 10 de julio y en la vereda El Llano del corregimiento el Oro el 25 de julio. Tras esta avanzada de las disidencias del Frente 36 hacia el occidente de Ituango las AGC se retiraron del corregimiento el Oro. (Colaboradores, 2020)
El 14 de febrero del 2021, más de 120 familias de las veredas El Quindío, Quebrada del Medio, Las Arañas y El Alto del Limón de Ituango, se encontraron en riesgo de desplazamiento y quedar en medio de combates entre grupos armados. Esto lo advirtió las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y disidencias de las Farc comenzaron a asentarse en cercanías de los cañones del Inglés y Santa Lucía. Ellos llegaronal casco urbano para pedir al Estado una solución oportuna ante este problema tan grande que ha tenido el municipio por años.
Actualmente hay temor en las poblaciones, al saber que cuentan con la presencia de estos dos grupos criminales que quieren hacer una guerra de territorio, sin importar lo que pueda pasar, así mismo, el desinterés por parte del Gobierno Nacional, ya que no han realizado acciones encaminadas a la garantía de los derechos humanos y que hoy en día existe un foco de violencia en estos municipios.
Las Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo
A manera de alerta, esta zona del cañón del Río San Andrés, la Santa María, se fragua una guerra por el interés de controlar todos los bordes del Río Cauca que desde diferentes corredores de las veredas Renegado Valle, Bellavista del municipio de Peque; La Bastilla, La Honda de Ituango; Orobajo, Los Llanos de Sabanalarga; El Brugo de Toledo; Puerto Raudal, La Paloma, La Siberia, Playa Rica, El Quince de Valdivia, todas ellas al margen del Río Cauca por donde supuestamente, pasó el desarrollo de Hidroituango que sigue revictimizando a muchas comunidades que no han encontrado el progreso y el desarrollo prometidos, pero sí hallaron la prolongación de una guerra en la que el Estado los sigue dejando a merced de los grupos ilegales.
Mapa alertas
Alerta 004-20
Emitida el 24 de enero 2020 para los municipios de Briceño e Ituango.
Grupos Armados Ilegales: presencia de Clan del Golfo, disidentes de las FARC-EP y Caparrapos.
Intereses económicos: Narcotráfico y Minería ilegal.
Población afectada: Adolescentes, Autoridades étnicas de gobierno; Comerciantes; Indígenas; Miembros PNIS; Miembros de Juntas de Acción Comunal; Mujeres; Niños y niñas; Personas en proceso de reincorporación; Reincorporados; Transportadores; Personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales.
La Alerta 009-19
Está denominada como una alerta de carácter Estructural, fue emitida el 6 de junio del 2019 para los municipios de Dabeiba, Frontino y Peque.
Grupos Armados Ilegales: presencia de ELN, Facciones disidentes de las FARC-EP, Clan del Golfo y los Caparros.
Intereses económicos: En los municipios de Dabeiba, Uramita, Cañasgordas y Peque existen diversos factores económicos de los ciudadanos generan un interés que a los grupos armados ilegales buscando injerencia en esas economías y el control que desprende de ahí. Entre las economías ilegales se desempeñan el poder paramafioso, control de la minería ilegal y el Contrabando.
Población afectada: Adolescentes; Autoridades étnicas de gobierno; Personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales; Indígenas; Miembros de las organizaciones comunitarias y/o sociales; Mujeres; Niños y niñas; Personas en proceso de reincorporación; Reincorporados; Servidores públicos; Víctimas del conflicto armado, miembros de Juntas de Acción Comunal.
Alerta 002-19
Fue emitida el 4 de enero 2019 el municipio de Valdivia.
Grupos Armados Ilegales: ELN, Clan del Golfo y los Caparros.
Intereses económicos: la extorción, control de la minería ilegal y narcotráfico.
Población afectada: Niños y niñas; Adolescentes; Jóvenes; Campesinos; Transportadores; Personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales; Miembros de las organizaciones comunitarias y/o sociales; presidentes y dignatarios(as) de juntas de acción comunal, población socialmente estigmatizada, campesinos(as) vinculados a los procesos de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito y «mototaxistas».
Alerta Estructural 052-20
El riesgo consiste en el control hegemónico y la reconfiguración del Clan del Golfo, en el área urbana y rural del municipio. El control se expande sobre la población.
Grupos Armados Ilegales: Clan del Golfo y Disidencias de Farc.
Intereses económicos: la extorción, control de la minería ilegal y narcotráfico.
Población afectada: Mujeres; Niños y niñas; Adolescentes; Jóvenes; Comerciantes; Campesinos; Docentes; Estudiantes; Mineros; Transportadores; Servidores públicos; Personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales; Población socialmente estigmatizada.
Alerta de Inminencia 016-18
El principal riesgo es la disputa por el control para mafioso del Clan del Golfo y Los Caparros, en las áreas urbanas y rurales del municipio.
Grupos Armados Ilegales: Clan del Golfo, Disidencias de Farc, ELN y Caparros.
Intereses económicos: la extorción, control de la minería ilegal y narcotráfico.
Población afectada: Mujeres; Niños y niñas; Adolescentes; Jóvenes; Comerciantes; Campesinos; Docentes; Estudiantes; Mineros; Transportadores; Servidores públicos; Personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales; Población socialmente estigmatizada.
Los que está pasando en esta pequeña frontera occidental de Ituango, delimitado por los cañones del Río San Andrés y la Santa María es la crónica de una muerte anunciada que durante años ha sido escenario de la disputa por el control de la minería ilegal, el tráfico y fabricación de sustancias de uso ilícito, otras economías ilícitas, tristemente, seguirán sucediendo más desgracias y las víctimas engrosarán los datos del Estado.
Informe especial elaborado por