Justo los casi tres meses que el país completa en confinamiento es el tiempo que lleva en veremos la investigación contra el presidente Iván Duque por la ñeñepolítica, nombre con el que los medios han denominado a las denuncias por supuesta compra de votos a favor del mandatario. Si bien el 26 de marzo —un día después de que comenzó el aislamiento— se tenía previsto que empezara el desfile de implicados y denunciantes en la Comisión de Acusación de la Cámara, las diligencias se paralizaron por la emergencia sanitaria. Sin embargo, en Colombia no solo hay reactivación económica, sino también procesal y esta semana por fin se reanudará el caso.
Este viernes serán escuchados en una diligencia virtual el representante Fabián Díaz Plata (Alianza Verde), quien solicitó la investigación contra el jefe de Estado; el periodista Gonzalo Guillén, quien reveló interceptaciones en las que el fallecido ganadero investigado por narcotráfico José Guillermo Ñeñe Hernández hablaba de la necesidad de que entraran dineros “bajo la mesa” a favor de la campaña de Duque, y el abogado Daniel Mendoza, guionista de la serie Matarife, quien denunció los hechos junto con Guillén.
En diálogo con este diario y a menos de cinco días de que se reanude el proceso, Guillén declaró no haber sido notificado del llamado a ratificar la denuncia y dijo no tener expectativas frente al desarrollo de la investigación en la Comisión de Acusación, a la que catalogó como “alcantarilla”.
“Esa Comisión es una alcantarilla, nunca ha acusado a nadie y los investigadores son subalternos de Duque. Acudí a ella porque es la única instancia que existe para enjuiciar al presidente, cosa que jamás sucederá”, manifestó el periodista.
Se espera que durante la diligencia el representante Díaz agregue detalles de la denuncia, entre ellos, las revelaciones que en abril hizo la periodista María Jimena Duzán, quien divulgó otros audios que darían cuenta no solo de la presunta financiación ilegal de la campaña, sino de la cercanía de la familia Hernández con el hoy mandatario.
En una de esas grabaciones el hermano mayor del Ñeñe Hernández, José Guillermo el Goyo Hernández, asegura que financió parte de los gastos de campaña en los departamentos de Cesar y La Guajira. Otro audio corresponde a una llamada entre el Ñeñe y María Claudia Daza —conocida como Caya o Cayita, exasesora del expresidente y senador Álvaro Uribe—, en la que celebran que una política de La Guajira, familiar del supuesto narcotraficante Marcos Figueroa, adhirió a la campaña.
Finalmente, una grabación entre Daza y María Mónica Urbina, viuda del Ñeñe, en la que hablan de una fiesta familiar de los Hernández en la que invitan a Duque, todo esto en pleno Festival Vallenato y supuestamente coordinado tanto con “Iván” como con Alicia Arango, hoy ministra del Interior.
Así las cosas, no solo se estaría investigando a Duque por presunta compra de votos, sino también por aparente financiación ilegal e, incluso, violación de gastos electorales, como sugiere Duzán. De hecho, el presidente de la Comisión de Acusación, el representante John Jairo Cárdenas (Partido de la U), explicó en marzo a El Espectador que se debe establecer la veracidad de todas las tesis e indicios alrededor del escándalo.
“Si se llega a demostrar que una persona tiene vínculos con el narcotráfico y organizaciones ilegales, aportando además a la financiación de una campaña, se está tipificando un delito de muchísima mayor envergadura que un simple delito electoral”, explicó. Lo que viene
Una vez sean escuchados los denunciantes, los citados a principios de julio serían los de la orilla opuesta. Se trata de la viuda del Ñeñe Hernández, la ministra Alicia Arango y Luis Guillermo Echeverri —estos dos últimos integrantes del comité financiero de la campaña, que deberán explicar cómo fue la organización financiera y cómo controlaron el ingreso de recursos—, y Caya Daza, quien habría actuado como “presunta intermediaria entre el Gobierno y fuentes de financiación ilegales y criminales para la campaña, así como para presunta compra y venta de votos”.
Sin embargo, aún es incierto si Urbina, Echeverri y Daza asistirán a la cita, pues la única legalmente obligada a hacerlo es la ministra Arango, dado que es funcionaria. Aunque los demás no asistan no habría acciones en su contra, teniendo en cuenta que son particulares. “Si los llamamos y dicen que no van, no podemos actuar”, sostuvo el representante Cárdenas.
En el caso de Cayita Daza parece casi un hecho que no comparecerá, pues viajó a Estados Unidos días después de haber renunciado a la unidad de trabajo legislativo (UTL) del senador Uribe. Si bien ha negado cualquier irregularidad y ha dicho que el escándalo fue gestado “por enemigos del Gobierno”, es decisiva en la investigación.
La razón es que ella, como admitió incluso Uribe, sería la interlocutora que habla con el Ñeñe sobre compra de votos en cuatro municipios de La Guajira a pocos días de la segunda vuelta presidencial entre Duque y el hoy senador Gustavo Petro. Recientemente, tanto Petro como los investigadores que hicieron las grabaciones al Ñeñe fueron vinculados a pesquisas que lleva la Fiscalía.
Concluidas las diligencias para escuchar a los denunciantes e implicados, lo que viene será la recopilación de pruebas. ¿Se avanzará en la investigación y habrá responsables? O, como critica el periodista Guillén, ¿“jamás sucederá”? Por ahora, lo cierto es que luego de tres meses de parálisis al menos se retoma el proceso.
Tomado de El Espectador