Antioquia, Colombia, 19 enero de 2025.- En la noche del sábado 18 de enero, Anderson José Díaz Hernández, un ciudadano venezolano de 26 años, perdió la vida tras ser atacado con un arma cortopunzante en el barrio El Oasis de Rionegro, cerca de Cuatro Esquinas.

El homicidio ocurrió alrededor de las 11:05 p. m. en la calle 42B con diagonal 42. Según el reporte del Centro de Analítica de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos, la víctima, quien trabajaba en oficios varios, sufrió múltiples heridas en el tórax y otras partes del cuerpo. El incidente, al parecer, fue producto de una riña entre cuñados motivada por problemas de intolerancia.

El presunto agresor huyó del lugar tras cometer el ataque, mientras que las autoridades se encargan de las investigaciones. El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realizó la inspección técnica al cadáver, y las diligencias fueron dejadas a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que lidera la investigación para esclarecer los hechos y capturar al responsable.

La violencia persiste en el Oriente antioqueño mientras falta una estrategia integral de seguridad

A pesar de los esfuerzos institucionales, el Oriente antioqueño sigue enfrentando un preocupante aumento de la violencia, según lo han señalado informes de la ONG Corpades y la agencia de prensa Análisis Urbano. Esta subregión se ha destacado como una de las pocas en el departamento donde los homicidios han incrementado significativamente.

En 2023 se registraron cerca de 200 homicidios en el Oriente antioqueño, mientras que en 2024 esta cifra aumentó un 4%. Rionegro, el municipio con mayor número de casos, presentó una leve reducción del 7.9%, pasando de 38 homicidios en 2023 a 35 en 2024. Sin embargo, las cifras generales siguen siendo alarmantes, y hasta el 17 de enero de 2024, el total de homicidios en la subregión había aumentado de 5 a 10, lo que representó un incremento del 100%.

Tendencias mixtas y factores críticos

En el inicio de 2025, Rionegro muestra una reducción significativa en los homicidios, pasando de tres casos en 2024 a uno en el mismo periodo de este año, lo que equivale a una disminución del 66.7%. Sin embargo, esto no indica que los problemas de violencia hayan desaparecido. En este municipio persisten factores determinantes en los homicidios, tales como disputas entre grupos armados, el comercio de sustancias ilícitas y dinámicas específicas de la zona, que requieren atención prioritaria.

Desafío para las autoridades

La situación en el Oriente antioqueño resalta la necesidad de una estrategia integral de seguridad que no solo aborde la contención de la violencia, sino que también ataque las causas estructurales detrás de los homicidios. La persistencia de conflictos territoriales, actividades ilícitas y la falta de prevención efectiva evidencia la necesidad de acciones más coordinadas entre las autoridades locales, regionales y nacionales.

A.U.

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