Río de Janeiro, 28 de junio.- La Alcaldía de la ciudad brasileña de Río de Janeiro inauguró este domingo, cuando se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGTBI, un albergue con 50 cupos destinado a homosexuales y transexuales que viven en la calle o en situación de vulnerabilidad.
La creación de un Centro Provisional de Acogida para la Población LGTBI, inaugurado en una céntrica calle de la ciudad más emblemática de Brasil, fue una iniciativa de las secretarías municipales de Asistencia Social y Derechos Humanos y de la Coordinación Especial de Diversidad Sexual de Río de Janeiro.
La secretaria municipal de Asistencia Social y Derechos Humanos, Jucelia Oliveira Freitas, dijo que la oferta de alojamiento específicamente para una de las poblaciones más marginadas en Brasil se convirtió en algo urgente con la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que obligó a la alcaldía a improvisar albergues para todas las personas que viven en la calle.
«El abrigo con cupos destinados al público LGBTI llega en uno de los momentos más críticos que vivimos. Este fue uno de los grupos más fuertemente golpeados por la crisis del COVID-19», coincidió el coordinador municipal de Diversidad Sexual, Nelio Georgini.
El albergue inaugurado cuenta con habitaciones para dos o tres personas, cada uno con baño individual, así como áreas al aire libre y todos los servicios sociales ofrecidos por la Alcaldía, que estarán a cargo de funcionarios entrenados específicamente para atender a los huéspedes LGBTI.
«Necesitábamos preparar personas que pudiesen tener una mirada específica hacia esa población. No puede haber ningún tipo de discriminación. Ellos tienen que ser tratados como les gusta y como merecen, incluso por su nombre social», según Freitas.
El albergue también ofrece cursos de capacitación para los huéspedes que quieran buscar oportunidades de trabajo.
«Aquí seremos bien acogidos quienes somos más excluidos de la sociedad. Yo estaba antes en un albergue para mujeres vulnerables (que viven en la calle) pero prefiero este nuevo espacio», afirmó la transexual Paola de Oliveira Gomes da Silva, una de las primeras huéspedes, citada en un comunicado de la municipalidad.
La también transexual Fernanda Gaspar, que vive en la calle desde finales del año pasado, cuando llegó deportada a Río tras haber vivido 11 años en Italia, afirmó que la población LGBTI sufre mucha discriminación y homofobia en los albergues públicos que acogen a heterosexuales, en donde tienen que compartir habitaciones y baños.
«Aquí podemos estar a más gusto porque todos tenemos las mismas ideas, perspectivas y problemas», agregó Gomes da Silva, que fue expulsada del apartamento que había alquilado junto con su hermano tras la muerte de éste.
Desde que se registró el primer caso de coronavirus en Brasil la alcaldía de Río ha inaugurado cuatro albergues para personas que viven en la calle, en los que ofrece refugio a 280 personas.
Igualmente, como parte de las conmemoraciones por el Día Internacional del Orgullo, las autoridades de Río de Janeiro lanzarán el lunes su primera campaña de donación de sangre en la que abrirá sus puertas específicamente al público LGBTI.
La campaña inédita será posible porque, en una decisión histórica, la Corte Suprema prohibió el mes pasado las restricciones a que los homosexuales donen sangre en Brasil.
Una ley nacional, declarada inconstitucional de forma unánime por los once magistrados del Supremo, prohibía donar sangre a las personas que hubiesen tenido relaciones sexuales con parejas del mismo sexo en los últimos 12 meses, así hubiesen usado preservativo.
«Donar sangre y salvar vidas siempre fue un deseo de muchos, pero la barrera del prejuicio siempre fue un obstáculo. Derribamos esa barrera y ahora vamos juntos a promover esta campaña», aseguró el subsecretario de Promoción y de Defensa de los Derechos Humanos de la gobernación de Río de Janeiro, Thiago Miranda.
EFE