Bucarest, 6 mayo de 2025.– Menos de 48 horas tras la clara victoria del ultranacionalista George Simion en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Rumanía vivió este martes el nombramiento de un nuevo primer ministro, mientras que la economía sufre los primeros efectos de las recientes turbulencias políticas.
El hasta ahora ministro de Interior de Rumanía, el liberal Marian-Catalin Predoiu, fue nombrado hoy primer ministro interino, en sustitución del socialdemócrata Marcel Ciolacu, que dimitió el lunes por la noche a causa del mal resultado de la gobernante coalición en las elecciones presidenciales.
El nuevo jefe de Gobierno ocupará su cargo hasta la formación de un Ejecutivo tras la elección del nuevo presidente en la segunda vuelta electoral del próximo 18 de mayo.
Al anunciar su dimisión y la salida del Gobierno del partido socialdemócrata PSD, Ciolacu dijo anoche que el tripartito europeísta en el poder, formado tras las legislativas de diciembre pasado, «ya no tiene legitimidad».
Castigo en las urnas para el Gobierno
Aludió así al triunfo de Simion el domingo, con el 40,9 % de los votos, y al fracaso de Crin Antonescu, el candidato común de los tres partidos gobernantes (PSD, PNL, de centro derecha, y la formación de la minoría húngara UDMR).
Antonescu quedó sólo tercero el domingo y así fuera de la segunda vuelta que se disputarán Simion y el independiente proeuropeo Nicusor Dan, con una clara ventaja para el primero.
Según la Constitución rumana, el Gobierno interino tiene funciones limitadas, principalmente administrativas, y no puede permanecer en el poder más de 45 días.
Mientras que los socialdemócratas no harán ninguna recomendación a sus seguidores, Predoiu confirmó hoy el apoyo de su partido para Dan en la segunda vuelta electoral.
El presidente que surja de las urnas el 18 de mayo tendrá un papel destacado a la hora de encaminar la formación de un nuevo Gobierno y con ello el futuro rumbo del país.
El cargo presidencial rumano tiene importantes competencias, sobre todo en política exterior y de defensa.
Rumanía, uno de los países más pobres de la Unión Europea (UE), ocupa un rol clave para la defensa del flanco oriental de la OTAN, está sumida desde noviembre pasado en una crisis institucional, con una gran polarización de la sociedad.
La actual crisis se desató después de que el hasta entonces desconocido Calin Georgescu, un candidato ultranacionalista y prorruso, ganara contra todo pronóstico la primera vuelta de las presidenciales celebrada en noviembre, que fue luego anulada por el Tribunal Supremo por injerencias rusas.
Admiración por Trump
Durante una conferencia empresarial rumano-estadounidense en Bucarest, Simion destacó este martes una vez más su admiración por Donald Trump y el movimiento MAGA (Make America Great Again).
«Si soy elegido presidente, la alianza estratégica entre Rumanía y Estados Unidos se revitalizará y consolidará. Esta alianza es esencial en los ámbitos de defensa y seguridad», dijo.
Al mismo tiempo, criticó duramente al nuevo primer ministro interino, cuyo nombramiento calificó como una «vergüenza» y al que definió como «el más abusivo de los ministros» por su supuesto rol en la anulación de las elecciones de noviembre.
La moneda bajo presión
Mientras que Predoiu asumía hoy sus funciones como jefe de Gobierno, la moneda rumana, el leu, perdía más de un 2 % de su valor frente al euro, superando por primera vez en cinco años la barrera de los 5 lei por euro, con un valor de 5,09 lei.
Un portavoz del Banco Nacional de Rumanía (BNR) confirmó que en los últimos días hubo «presión en el mercado de divisas, lo que ha llevado a un intento de atraer liquidez del mercado», explica el portal rumano news.ro.
«Lo inevitable ocurrió. El tipo de cambio mantenido por el BNR durante los últimos dos años se ha desplomado ante el temor de los inversores y la retirada de capitales de nuestro país, generada por supuesto por la crisis política que se vive», dijo hoy a EFE el asesor financiero Adrian Negrescu.
«Es esencial que el presidente, (Ilie) Bolojan, y el nuevo primer ministro interino, (Catalin) Predoiu salgan en público, hoy o mañana, para dar garantías sobre los compromisos de Rumanía y que confirmen que el país tiene todos los vehículos y métodos necesarios para seguir siendo solvente», declaró.
Se trata de asegurar que Rumanía siga en condiciones de poder «pagar sus deudas y honrar sus principales compromisos ante la Comisión Europea», añadió el analista.
Rumanía sufre bajo una alta inflación, con un 5 % el año pasado, y el excesivo déficit presupuestario, por encima del 9 % del Productor Interior Bruto (PIB), que obligará al Ejecutivo a tomar dolorosas medidas de ahorro y subidas de impuestos.
EFE