Naciones Unidas, 14 de marzo de 2022.- La invasión de las fuerzas rusas en Ucrania ha puesto en peligro la mera existencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), organización de la que Rusia es socio fundador, advirtió este lunes su presidente en ejercicio, el ministro polaco de Exteriores Zbigniew Rau.
Invitado por el Consejo de Seguridad de la ONU, Rau recordó que «el incumplimiento (de Rusia) de los compromisos de la OSCE plantea dudas sobre el futuro de la organización. ¿Cómo podemos ser eficaces si un estado miembro justifica el uso de la fuerza en pos de concesiones políticas y territoriales?», se preguntó.
Poco antes de la invasión de Ucrania, la OSCE era una de las pocas organizaciones respetada por todas las partes como un actor neutral, y como tal ha tenido durante ocho años una misión de observadores desplegada en el Donbás, este de Ucrania, con el fin de documentar las violaciones al alto al fuego alcanzado entre el gobierno de Kiev y las autoproclamadas repúblicas separatistas en 2014.
Tras la invasión rusa, todos los miembros de esa misión tuvieron que ser evacuados en las pasadas semanas.
Rusia ha acusado desde entonces a la OSCE de parcialidad en el conflicto, ante lo que Rau respondió hoy: «La imparcialidad acaba cuando hay una violación flagrante del derecho internacional (…) Es Rusia quien ha decidido actuar fuera de los parámetros del derecho internacional, y ellos están provocando el aislamiento creciente de su país y su pueblo ante el mundo».
El presidente de la OSCE anunció que hará próximamente viajes a Moldavia (fronteriza con Ucrania), Asia Central, el Cáucaso sur y los Balcanes Occidentales, zonas todas ellas situadas en lo que se conoce como zona de influencia rusa, pero sus viajes no incluyen la propia Federación Rusa.
Rau recordó que la OSCE, una organización que hoy cuenta con 57 miembros de Europa, Norteamérica y Asia Central (prácticamente todo el hemisferio norte), está a punto de cumplir 50 años en 2025 con preguntas existenciales sobre la eficacia del multilateralismo en la resolución de conflictos.
Apuntó que la propia organización, que funciona con la premisa del acuerdo de todos sus miembros, tal vez debería cambiar virar hacia la búsqueda de consenso por mayorías para garantizar al menos el respeto del derecho internacional humanitario en casos acuciantes.
Al respecto, comentó que sus agentes, con su experiencia de ocho años en Ucrania, podrían desempeñar un papel fundamental para la evacuación de civiles o la gestión de las fronteras, siempre que las partes involucradas en el conflicto den su acuerdo.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, criticó por su parte a la presidencia polaca de la OSCE por su «actuación histérica e inaceptable, además de poco profesional», y consideró que «ha fracasado en esa violación clara de la neutralidad, pues su función es acercar postura y no tomar parte y posicionarse como protagonista de una campaña antirrusa».
Aun así, dijo ser partidario de que la OSCE como tal continúe existiendo y siga ejerciendo un papel mediador en otros conflictos en Europa y Asia, entre los que citó el caso de Nagorno Karabaj, donde se enfrentan Azerbayán (con apoyo de Turquía) y Armenia, que cuenta con un moderado apoyo de Rusia.
EFE