Moscú, 12 julio.- La presidenta moldava, Maia Sandu, y su formación liberal Acción y Solidaridad (PAS), cosecharon una victoria arrolladora en las parlamentarias anticipadas de este domingo que les permite hacerse con la mayoría absoluta en el Legislativo y formar Gobierno en solitario.
Casi siete meses después de su investidura como jefa del Estado, la política proeuropeísta, de 49 años, ha conseguido el control del Parlamento y, con él, los resortes necesarios para impulsar un programa de reformas cuya médula es la lucha contra la corrupción y la edificación de un Estado de derecho.
«Las elecciones anticipadas son la única vía para limpiar el Parlamento y restablecer la justicia en nuestro país», dijo la mandataria al jurar su cargo el 24 de diciembre.
Con el cien por cien de los votos escrutados, el PAS consiguió el 52,8 %, muy por delante del bloque prorruso integrado por comunistas y socialistas, que obtuvo el 27,22 %.
La tercera formación que consiguió acceder al Legislativo fue el partido populista Shor, con el 5,75 % de los sufragios, 75 centésimas más del mínimo necesario para acceder al reparto proporcional de los 101 escaños que conforman el Parlamento.
Según estos datos preliminares de la Comisión Electoral Central (CEC), al PAS le corresponderían 62 diputados; al bloque comunista-socialista, 32, y al Shor, 7.
«La energía de esta votación hay que utilizarla para cambiar Moldavia y convertirla en un país del que la gente no solo no se va, sino en un país al que la gente también regresa», dijo Sandu tras conocer los resultados preliminares.
La mandataria se refería al cerca de un millón de moldavos, un tercio de la población económicamente activa, que se ha ido al exterior en busca de una mejor vida desde la independencia del país, en 1991.
DODON, EL GRAN DERROTADO
El gran derrotado, el expresidente socialista prorruso Igor Dodon, admitió la victoria del PAS y señaló que los moldavos «nuevamente quisieron cambios y lo han conseguido».
«El cambio de poder es normal en cualquier democracia», aseveró Dodon, quien controlaba en el anterior Legislativo junto con Shor y Pro Moldova el Parlamento y bloqueaba las iniciativas del PAS, en minoría entonces.
El líder de los socialistas subrayó que Moldavia ha entrado en un «nuevo periodo político muy controvertido, en el que un solo partido se ha hecho con el monopolio de la política moldava».
«Hoy el PAS controla la Presidencia, la mayoría parlamentaria y el futuro Gobierno, así como el Tribunal Constitucional y otras instituciones públicas. Ante nosotros, si se quiere, tenemos una nueva forma de Estado secuestrado», advirtió.
UN NUEVO GOBIERNO «LO ANTES POSIBLE»
El líder del partido vencedor, Igor Grosu, prometió hoy que la nueva mayoría parlamentaria formará «lo antes posible» un Ejecutivo «profesional y eficaz» para dar respuestas a los problemas de los moldavos.
El PAS está «obligado a justificar» la confianza que depositaron en él de los electores, recalcó Grosu, que hizo un llamamiento a todos lo moldavos con experiencia política y legislativa a sumarse a los procesos de trasformaciones del país.
Las elecciones moldavas, que según la CEC se desarrollaron sin irregularidades destacables, recibieron el visto bueno en general de las misiones de observadores tanto de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI) como de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa(OSCE).
«Las elecciones parlamentarias celebradas en Moldavia el 11 de julio estuvieron bien organizadas, fueron competitivas y no se violaron los derechos fundamentales», declaró Tamas Meszerics, jefe la misión de la ODHIR, la Oficina para Instituciones Democrática y Derechos Humanos de la OSCE.
UN IMPULSO A LA DERIVA EUROPEÍSTA Y ADVERTENCIAS DESDE RUSIA
La victoria de la formación de Sandu dará un impulso a la deriva europeísta de Moldavia, antigua república soviética enclavada entre Ucrania y Rumanía.
En mayo pasado, Moldavia, Georgia y Ucrania suscribieron en Kiev el memorándum fundacional de su Trío Asociado, que tiene el propósito de mancomunar esfuerzos para conseguir su integración en Europa.
En Rusia no tardaron en lanzar advertencias al futuro Gobierno de Chisinau contra una políticas de distanciamiento de Rusia.
«Si ese Gobierno se va a alejar de Rusia, desde luego vamos a actuar en consecuencia. En particular, fortaleceremos nuestro factor de Transistria», afirmó hoy el presidente del Comité para Asuntos de la CEI de la Duma del Estado o Cámara de Diputado de Rusia, Leonid Kaláshnikov.
El diputado se refería a la región separatista moldava de Transnistria, a cuya población Rusia ha concedido masivamente carta de ciudadanía.
Con apenas medio millón de habitantes, en su mayoría eslavos (rusos y ucranianos), Transnistria rompió los lazos con Moldavia tras un conflicto armado en 1992-1993 en el que contó con la ayuda de Rusia, que mantiene allí un contingente militar, cuya retirada ha sido demanda por la Asamblea General de la ONU.