Potsdam (Alemania), 22 feb– El canciller Olaf Scholz aspiraba aún este sábado en un último acto electoral en la víspera de las elecciones generales en Alemania a una remontada con la ayuda de votantes indecisos, pero a estas alturas ya sólo una improbable sorpresa le podría llevar a la victoria.
A menos de 24 horas de que abran los colegios electorales en el país centroeuropeo, Scholz seguía mostrando su confianza en que las encuestas, que otorgan al Partido Socialdemócrata (SDP) un tercer puesto en los comicios a la Cámara Baja germana, no acertarán.
«No creo en milagros, sino en una victoria. Estoy convencido de que muchos no decidirán su voto hasta el ultimo momento», dijo ante un grupo de periodistas mientras recorría las calles de su circunscripción en Potsdam poco antes de su último acto de campaña.
«Mañana se decide cómo siguen las cosas en Alemania. Espero que muchos voten, muchos se decidirán sólo en el ultimo momento. Necesitamos un fuerte mandato para el Partido Socialdemócrata (SPD) en Alemania», dijo ya durante el acto en una sala de Potsdam, en el estado federado de Brandeburgo, que envuelve Berlín.
Si las encuestas aciertan, el de Potsdam ha sido no solo el último acto electoral, sino también el último de su carrera política al más alto nivel, ya que la formación de Scholz recibirá mañana el apoyo de un 15 % del electorado, similar al que se le atribuía a los socialdemócratas en el verano de 2021, en los meses previos a las anteriores elecciones generales alemanas.
Entonces sin embargo, el SPD logró en pocas semanas subir de un 15,4 % a un 25,7 %, en una inesperada remontada que devolvió al SPD la Cancillería Federal tras dieciséis años de gobierno de la conservadora Angela Merkel.
Durante toda esta campaña, la más corta en la historia de Alemania, Scholz ha procurado quitarle importancia a las encuestas y ha recordado que en 2021, como ahora, lo dieron durante mucho tiempo el tercer lugar y al final terminó siendo primero.
Una legislatura marcada por Ucrania
Como canciller, Scholz fue responsable de organizar la última etapa de la lucha contra la pandemia pero, desde el 27 de febrero de 2022, el mandato del tripartito formado por el SPD, Los Verdes y liberales del FDP, tuvo que adaptar su labor de gobierno a la guerra de Rusia en Ucrania.
La guerra fue uno de los temas que abordó Scholz en una breve intervención en Potsdam antes de someterse a las preguntas del público.
«Esta guerra tiene que terminar, pero Ucrania tiene que sobrevivir como nación soberana», afirmó.
«Ucrania tiene que decidir por sí misma su futuro, tiene un presidente elegido democráticamente. Tenemos que garantizar que (Ucrania) siga siendo gobernada democráticamente y no por esclavos de Moscú», agregó.
Las repercusiones económicas de la guerra -con la inflación derivada de ella y el aumento de los precios de la energía- fueron nefastas para la popularidad de Scholz.
En la campaña electoral, la imagen de Scholz apenas ha mejorado, porque «los votantes no sólo votan por cómo se ha desenvuelto estos días atrás, sino en función de la labor del Gobierno», dijo a EFE Heiko Giebler, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
«Para Scholz ha sido imposible salir de la negatividad que le rodea», agregó.
Sin embargo, en el acto de Potsdam, Scholz evitó toda impresión de ser un hombre en retirada y eso se vio al ser preguntado si, en caso de que formara parte del próximo Gobierno procuraría un fortalecimiento de la Unión Europea (UE).
«Voy a encabezar el próximo Gobierno y eso me permite prometerlo con más énfasis», respondió.
La amenaza de la ultraderecha
Aparte de Ucrania, en las preguntas del público fueron apareciendo otros temas como la estabilidad de las pensiones, la transformación energética y el auge de la ultraderecha.
A ese respecto Scholz fue preguntado si el ascenso de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que con toda probabilidad será la segunda fuerza más votada el domingo por detrás de los conservadores de la Unión Cristianodemócrata, no se debe en parte a errores de su Gobierno.
El socialdemócrata admitió que se habían cometido errores, ante todo al no haber llegado a un acuerdo entre los socios de coalición sobre la financiación de la ayuda a Ucrania.
Pero la razón Scholz la ve en otra parte. «Este resultado tiene menos que ver con lo que pasa en Alemania que con problemas estructurales que tenemos en Europa», dijo, y aludió al ascenso de la ultraderecha en otros países.
«La inseguridad ha aumentado y en tiempos de inseguridad partidos como AfD, prometen solucionar los problemas dividiendo a la gente. No debemos permitirlo», dijo.
Rodrigo Zuleta
EFE