Foto tomada del periódico el Mundo de la ciudad de Medellín.
Cada día que pasa se evidencia más la existencia de la nómina paralela (léase: sector de la institucionalidad permeado por los paramilitares y la mafia) encargada de proteger a las estructuras paramafiosas que hacen presencia en el “Medellín Metropolitano” en palabras de Gaetano Mosca, sería la llamada “Mafia de guante blanco” la que se encarga “de la protección que individuos de las clases superiores, algunas veces investidos de cargos políticos y las mismas autoridades gubernamentales otorgan a las cosche mafiosas” (Gaetano Mosca, ¿Qué es la mafia?)
Definitivamente estamos ante la imperiosa necesidad de exigir, la urgente depuración de la institucionalidad, para hacerlo, no sólo se debe buscar y neutralizar en las partes más débiles de ella, funcionarios sin ningún poder de decisión, hay que mirar obligatoriamente hacia arriba, donde esta enquistado el cartel de los poderosos criminales investidos de legalidad y poder. En el caso de la policía y el resto de las fuerzas armadas sería el ¨Cartel de los Oficiales¨ en el resto de la institucionalidad el ¨Cartel de los cuellos blancos¨ y juntos quedarían cobijados en la denominación la “Mafia de guante blanco”.
A continuación el artículo publicado hoy 05-06-2013 en el periódico el Mundo, de la ciudad de Medellín, el cual muestra una parte de la realidad institucional, en este caso se centra en la Policía Nacional, a su vez permite entender porque la ilegalidad criminal gobierna a sus anchas en la ciudad innovadora.
There would be a parallel payroll in Medellín
Policías trabajarían para las bandas
5 de Junio de 2013, periódico el Mundo
Autoridades reconocen que en la ciudad hay funcionarios que se lucran con doble salario, del Estado y de los combos.
Al parecer, la Policía es una de las instituciones que la comunidad más acusa de tener vínculos con grupos armados ilegales.
Redacción
Uniformados que trabajan en comunas y corregimientos más complejos de Medellín tienen nexos con las bandas criminales de “los urabeños”, “la oficina” y “los pesebreros”, denunció Fernando Quijano, analista del conflicto y director de Corpades.
Las comunas más afectadas, según Quijano, son 8, 10, 13 y 16, y los corregimientos más contaminados Altavista, San Antonio de Prado y San Cristóbal, donde miembros de la Fuerza Pública permiten “ingreso de tropas, tráfico de drogas y armas, contrabando y prostitución forzada”, sostuvo.
Incluso, “hay capturas e incautaciones en contra del enemigo de la banda a la que se presta el servicio”, resaltó.
La denuncia la podría confirmar la sanción de 127 agentes de la Policía Metropolitana por corrupción, indisciplina y connivencia con grupos armados ilegales, cifra que reveló el coronel Miguel Rúa, subcomandante de esa unidad policial.
“De quejas de la comunidad se han adelantado investigaciones que dieron como resultado, el retiro por parte del director de la Policía Nacional, de doce uniformados del Valle de Aburrá y de la destitución de otros 41 agentes”, precisó el coronel.
Quijano aseguró que la cifra se queda corta y que solo habla de patrulleros, cuando oficiales y suboficiales, quienes pueden controlar retenes y operativos también están relacionados con criminales. Agregó que además están involucrados miembros del Ejército, del Tránsito, fiscales y funcionarios de alcaldías.
Entre las zonas más afectadas está la vereda La Loma, de San Cristóbal, los barrios Robledo, Lwpeles y Santa Lucía, donde de acuerdo con el director de Corpades, los CAI están permeados por “los pesebreros”.
A lo que se le suma la confesión de alias “Carlos pesebre” ante las autoridades, después de su captura: “tengo al mando 500 hombres en el noroccidente y centrooccidente de Medellín, además de contactos en la Fiscalía y la Policía”.
Quijano precisó que en las comunas 1, 2 y 3, los policías están aliados con “los urabeños y “la oficina”. Mientras que en la Comuna 10, exactamente en la estación de La Candelaria, la alianza es con las llamadas “convivir”.
Por su parte, Arnulfo Serna, secretario de Seguridad, “reconoció que en Medellín hay una nómina paralela, donde funcionarios reciben salario del Estado y de los comandantes de los combos”.
Advirtió que las personas deben denunciar ante las entidades del Ministerio Público y no ante la Policía porque no habría avances en las investigaciones.
Casos que confirman
La captura de nueve policías a quienes les comprobaron nexos con “los urabeños”, en el sector de Belén Altavista, confirma la denuncia. Los agentes están detenidos en Bellavista, mientras culmina su proceso judicial.
A esta captura se le suma que en los últimos días, la comunidad denunció ante la Alcaldía que en Altavista aún quedan corruptos que trabajan en conjunto con el combo de “los pájaros” y “los chivos”.
Asimismo, hay supuesto vínculo entre algunos miembros de la Policía y el combo que provocó el desplazamiento forzado de casi cien familias de los sectores El Cañón y San Gabriel, de la vereda La Loma. La comunidad exigió la rotación del personal uniformado, rotación que aceptaron las autoridades luego de varias investigaciones.