Se reafirma la existencia del Pacto del Fusil en Medellín

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foto cortesia de Contagio Radio

La institucionalidad niega de tajo la existencia del Pacto del Fusil, el cual surgió de la cumbre realizada en algún sitio del Valle de Aburrá, el 14 de julio de 2013, denominado el Pacto del Valle de Aburrá, luego ratificado ocho días después, entre los días 22 y 23 de julio, en una vereda de Santa Fe de Antioquia, el cual fue denominado como el “Pacto de San Jerónimo”.

El pacto del fusil dio inicio a la tregua entre las estructuras criminales de los mal llamados “Urabeños” conocidos también como las AUG (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) y la “Oficina del Valle de Aburrá” es necesario precisar que a la fecha no se sabe si los “Rastrojos” entraron a la tregua criminal, todo indica que sí, pero no hay confirmación.

Para la institucionalidad lo único cierto es que se han presentado unos pactos entre combos en diferentes barrios y Corregimientos, lamentable que desconozca el pacto del fusil que posibilito la tregua criminal, si lo hiciera entendería la imperiosa necesidad de quitarle la agenda de paz, seguridad y convivencia a la ilegalidad paramafiosa.

¿La institucionalidad conocerá la hora y el lugar donde se firmarían los pactos que no son otra cosa que, ajustes a la tregua criminal?

Pareciera que sí, el siguiente ejemplo lo demostraría.

Ayer se realizó una fiesta en el barrio Santa Lucia en la Comuna 12, a partir de las 16:00 pm, en la carrera 92 C con la 48 B, dicha celebración se dio al parecer para festejar el nuevo pacto de “paz” entre los “Pesebreros” de la “Oficina del Valle de Aburrá” y los mal llamados “Urabeños” en ella participaron miembros de las bandas del Coco, Pradera parte alta y Divisa (Pesebreros) y la Pradera parte baja, la Quiebra, el Socorro  y la Agonía (“Urabeños”).

¿Qué gano la comunidad?

A la comunidad no pudo haberle ido peor en este nuevo pacto, ya que además de que los criminales se repartieron las plazas de vicio, impusieron la nueva extorsión  “vacuna” esta consiste en cobros que van desde los $10.000 hasta los $100.00 pesos semanales.

La “vacuna” quedaría de la siguiente manera: $10.000  a los pequeños comerciantes, $30.000 a los comerciantes medianos y $100.000 a las tabernas y supermercados.

Lo único en lo que aparentemente  “gana” la comunidad, es en la reducción de la violencia, ¿Hasta cuándo?

 

Cómo se hacen estos pactos?

Los llamados coordinadores  de las bandas reciben la orden de los “jefes” para que realicen encuentros entre ellos, acuerdan las condiciones del pacto barrial, comunal o del Corregimiento, luego proceden a reunirse en un sitio determinado a la vista de toda la comunidad y sellan el acuerdo, esto les permite mostrarle a los habitantes de esos lugares que la tregua es real, lo cual mejora el “clima de tranquilidad”.

¿Para qué se sellan estos pactos en público?

Es la celebración que las estructuras criminales le hacen a la comunidad de los barrios, no solo para ganarse su confianza, recobrar la tranquilidad pérdida, es principalmente para decirle a la gente que, el pacto realizado es de ellos y nada tiene que ver la institucionalidad en esto, en últimas que ellos son  los generadores de la pacificación.

Quiérase o no, se evidencia un despeje de facto, el cual posibilita la realización de estos pactos entre criminales.

¿Qué pensará de esto la institucionalidad?

Esperamos la respuesta del Alcalde Aníbal Gaviria Correa y del Comandante de la MEVAL, Brigadier General  José Ángel Mendoza Guzmán.

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