Bogotá (Colombia), 24 Febrero 2025.- El senador colombiano Iván Cepeda denunció este lunes durante el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) que ha recibido amenazas de muerte por la supuesta campaña de desprestigio realizada por el exmandatario en su contra.

«En contra mía, de mi familia, de mis abogados, de las autoridades judiciales que han desarrollado este proceso ha habido una incesante campaña de desprestigio, descrédito, agravio, calumnia e injuria que ha desatado el expresidente y exsenador Álvaro Uribe», expresó Cepeda, que es víctima en el caso contra Uribe, al intervenir en el juicio.

El congresista del oficialista Pacto Histórico aseguró que cuando el expresidente -que es acusado de los delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal- y sus seguidores lo han llamado «senador de (la guerrilla de) las FARC, actor del terrorismo», se han elevado «los factores de riesgo» para su vida.

«Ha habido amenazas de muerte que han sido denunciadas oportunamente en Colombia ante las autoridades y ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. No (han sido) solamente palabras, campañas, propagandas en mi contra, sino también planes para asesinarme», añadió.

Cepeda también acusó al exmandatario y a sus abogados de estar solicitando «una especie de injerencia extranjera en la soberanía del poder judicial colombiano».

«Lo más reciente es que ad portas de este proceso (…) se enviaron cartas al Gobierno de Estados Unidos pidiendo que se tuviera en cuenta que aquí en este proceso se está haciendo una especie de juicio político», explicó.

La defensa de Uribe envió hace dos semanas una carta al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, en la que denunció supuestas irregularidades en el juicio contra el exmandatario.

El caso Uribe

La larga querella se remonta a 2012 cuando Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al senador Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.

Contrario a lo esperado por Uribe, la Corte Suprema de Justicia no abrió investigación contra el congresista y, en cambio, le inició un proceso al exmandatario por manipulación de testigos.

El juicio comenzó el jueves pasado luego de que el Tribunal Superior de Bogotá admitiera como pruebas las interceptaciones que en 2018 le hizo la Corte Suprema a Uribe.

El expresidente renunció en agosto de 2020 a su escaño de senador para dejar de estar aforado y que su caso pasara a la Justicia ordinaria y entonces la Fiscalía decidió que no había pruebas para perseguirlo judicialmente.

Por ello solicitó hasta en dos ocasiones la preclusión del caso, que fue negada tanto por los juzgados de primera instancia presentados como por el Tribunal Superior de Bogotá, hasta que el año pasado la Fiscalía decidió acusarlo.

EFE.

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