Washington, 16 feb – En vísperas de que este 24 de febrero se cumpla el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el Senado estadounidense interrogó este jueves a responsables del sector energético de EE.UU. y la UE con el mensaje claro de que esa guerra ha demostrado que el modelo europeo no es la vía a seguir.
«La política energética europea es una advertencia, no un modelo. La experiencia europea nos debería enseñar también que es una locura depender de regímenes radicales en cuestión de energía», apuntó el senador republicano John Barrasso, representante del estado de Wyoming.
En el banquillo del comité de Energía y Recursos Naturales de la Cámara Alta estadounidense se sentaron la directora general de Energía de la Comisión Europea (CE), Ditte Juul Jørgensen, y el director general para Asuntos Internacionales de la Secretaría de Energía de EE.UU., Andrew Light.
Según este último, «la seguridad y la transición energética son dos caras de la misma moneda».
«No puede haber seguridad energética duradera sin diversificar el suministro de energía, incluyendo la ampliación del uso de energías limpias. En los últimos años, Rusia ha demostrado la vulnerabilidad de partes del sistema energético mundial de depender excesivamente de una sola fuente», dijo.
Está claro, añadió, que «Europa debe poner fin a su dependencia energética de Rusia» y que «afrontar este desafío también significará diversificar el suministro de energía y reducir la demanda de combustibles fósiles mediante una expansión contundente de la energía limpia y la mejora de la eficiencia energética».
Para Light, antes incluso de que Rusia utilizara tropas y tanques en su ataque contra Ucrania ya había utilizado la energía para «aterrorizar» a los ucranianos.
«Pero ese uso ruso de la energía como arma ha fracasado. Ha impulsado una respuesta internacional sin precedentes en la historia de la cooperación energética global y Estados Unidos ha liderado esa respuesta».
Su intervención quiso subrayar que esta crisis y las soluciones aplicadas no se circunscriben a Europa: «La dependencia excesiva de un solo proveedor, sea cual sea, deja a Estados Unidos y al resto del mundo vulnerables frente a otros países».
La directora general de Energía de la CE destacó a su vez que la respuesta del bloque comunitario a las necesidades energéticas provocadas por la invasión fue «inmediata, fuerte y efectiva».
Hace un año, según sus datos, Europa dependía de Rusia para el 40 % de sus importaciones de gas natural. «En menos de un año ha demostrado que puede volverse independiente de Rusia con éxito y sin interrumpir el suministro a sus ciudadanos e industria».
La transformación del sector energético europeo hacia una energía «más verde», en su opinión, también mejora la seguridad y asequibilidad de la energía europea, ayuda a evitar nuevas dependencias y da un impulso a su competitividad.
Desde la bancada republicana, no obstante, se instó al Gobierno del demócrata Joe Biden a no dejarse llevar por la fiebre «verde» de otras potencias.
«El espejismo verde resultó en una casi total dependencia energética de Rusia. Muchos países cerraron sus plantas de carbón y nucleares sin tener un verdadero plan. No podemos permitir que esta Administración nos lleve por el mismo peligroso camino», alertó el senador republicano Steve Daines, representante de Montana.(EFE).