El apodo de la «Señora K» volvió a aparecer este sábado en Perú para vincular una vez más a la líder opositora Keiko Fujimori con el exjuez César Hinostroza, presunto cabecilla de una gran trama de corrupción judicial descubierta el año pasado en el seno de la judicatura peruana.
«Señora K» fue el término utilizado por el empresario Antonio Camayo para presuntamente coordinar por teléfono una reunión en su casa entre Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), y el entonces juez de la Corte Suprema, actualmente pendiente de ser extraditado a Perú desde España.
Así lo confirmó Camayo el viernes en su declaración a los fiscales que investigan a Fujimori por presunto lavado de dinero, según informó este sábado el portal de periodismo de investigación IDL-Reporteros.
PRESUNTO INTERCAMBIO DE FAVORES
Ante el equipo especial de la Fiscalía de Perú que investiga el caso de corrupción Lava Jato, Camayo relató que Hinostroza le insistió en conocer personalmente a Keiko Fujimori.
El exjuez pretendía presuntamente poner a disposición de Fujimori la extensa red de tráfico de influencias, favores y prebendas que manejaba dentro del Poder Judicial a cambio de que el fujimorismo, que tenía mayoría en el Congreso, le promoviese como el próximo presidente de la Corte Suprema.
Este supuesto intercambio de intereses tuvo su punto álgido cuando el recurso de Fujimori para que se archivasen las investigaciones cayó en sala de la Corte Suprema que presidía Hinostroza, pero este fue destituido antes de ver el caso, al descubrirse la trama de corrupción judicial a mediados de 2018.
ENTRE «CUELLOS BLANCOS»
La red de jueces corruptos, llamada «los cuellos blancos del puerto» salió a la luz por una serie de grabaciones de conversaciones telefónicas que eran parte de una investigación a bandas de crimen organizado, y donde Hinostroza resultó ser un interlocutor en muchas de estos diálogos.
En una de estas grabaciones se escuchaba a Camayo llamar a Hinostroza para advertirle que la «Señora K» quería reunirse con su él, y por si no le hubiese quedado claro, le añade que es «de la fuerza número uno», en referencia Fuerza Popular, el partido que dirige Fujimori y que era el primero en número de congresistas.
En otras llamadas se aprecia también a Hinostroza incurrir en presunta prevaricación al plantear una eventual absolución para la condena de un violador de una menor de 11 años.
TESTIMONIOS COINCIDENTES
La confirmación por parte de Camayo de que la «Señora K» era Keiko Fujimori va en línea con el testimonio brindado también el viernes por el expresidente del Congreso Daniel Salaverry a los mismos fiscales.
Según IDL-Repoteros, que hace un seguimiento exhaustivo a las investigaciones, Salaverry declaró que Fujimori le pidió coordinar una reunión con Hinostroza, una versión que Keiko y sus seguidores más cercanos han negado en los últimos meses.
Estas declaraciones llegan apenas una semana después de que Keiko Fujimori abandonase la cárcel tras pasar casi trece meses en prisión preventiva por presuntamente haber obstruido las investigaciones al aparentemente presionar a testigos para que dieran falsos testimonios.
A LA ESPERA DE ACUSACIÓN
Fujimori, que recuperó su libertad gracias a una polémica sentencia del Tribunal Constitucional, está investigada por la Fiscalía por no haber declarado millonarias donaciones de grandes empresas que presuntamente ocultó en una contabilidad ficticia.
Entre las partidas no declaradas hay supuestamente un millón de dólares de la constructora brasileña Odebrecht y 3,65 millones de dólares de Credicorp, el mayor grupo financiero de Perú.
La Fiscalía continúa las diligencias con el objetivo de presentar en los próximos meses una acusación que permita a abrir un juicio a Fujimori, quien tanto en 2011 como en 2016 se quedó a las puertas de ser presidenta de Perú.
EFE