Yirley Velasco Garrido fue víctima de violencia sexual hace casi 20 años en la masacre perpetrada por paramilitares en el corregimiento El Salado del municipio del Carmen de Bolívar, ahora como líder social ha sido amenazada de muerte, pero esta vez, las intimidaciones incluyen a todos los miembros de su familia.
“Esta situación empezó nuevamente desde el jueves de la semana pasada, con amenazas para toda mi familia y para mí también, con mensajes de texto y llamadas desde un número activo”, aseguró en entrevista con RCN Radio.
La insistencia de quienes la hostigan con advertencias la tienen desesperada Aseguró que conocen sus movimientos, saben incluso cuáles son sus desplazamientos y su manera de vestir.
“Recibo mensajes muy fuertes y llamadas donde me dicen que me van a pegar un tiro en la cien. Saben hasta de qué color estoy vestida. Es una situación bastante fuerte”, relató.
Yirley es una lideresa social que se encarga de atender a las mujeres que han padecido algún tipo de abuso sexual o que producto del conflicto, como en su caso, fueron violentadas.
Según relató desde su experiencia y dolor, acompaña a las víctimas y les da consuelo.
“Soy lideresa social y hago acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia sexual porque yo también fui violentada en el conflicto armado, cuando se registró la masacre de El Salado en el año del 2.000, por los paramilitares”.
También atiende a las mujeres que han sido maltratadas dentro de sus hogares.
Según relató esta sería la causa de las amenazas que ha recibido desde hace meses y que incluso, la obligaron a salir de su tierra para salvar la vida. Sin embargo, no fue suficiente y ahora su familia también debe desplazarse a la fuerza.
“Metieron un panfleto por la puerta de mi casa, se identificaban como las AUC”, así fue como recordó la primera vez que recibió una amenaza.
La defensora de derechos humanos de El Salado dijo que le dieron un plazo para sacar a su familia de esa zona del departamento de Bolívar.
“Las personas que me están amenazando me dan ocho días para que salga del territorio; en julio me fui de El Salado pero mi mamá sigue allá, me dicen que no quieren ver a mi familia tampoco”.
La incertidumbre, la angustia y la impotencia, se conjugaron en Yirley Velasco Garrido, a quien no solo agobian con las palabras soeces con las que, la intimidan sino que también, debe soportar que a sus seres queridos los atosiguen con esas llamadas.
“Nos siguen llamando, mandando mensajes a mí, a mi hija, a cada uno de mis hermanos y a mi mamá, no me le han pegado un tiro en la cabeza pero psicológicamente me la están matando”, aseguró con la voz entre cortada.
Sostuvo que ha denunciado ante las autoridades cada advertencia que ha recibido. Reconoció que la Policía y la Armada nacional brindan acompañamiento y hacen rondas, pero dijo “no es suficiente, porque saben hasta como estoy vestida y qué hago”.
Las intimidaciones no tienen horario establecido, aparecen en cualquier momento del día y de la noche, son constantes según contó a RCN Radio.
“Las llamadas son a cada 10 ó 20 minutos, los mensajes llegan entre la 1:00 y las 3:00 de la mañana, cada media hora; es una persecución a la que nos tienen sometidos”.
Resaltó que en El Salado permanecen sus tres hermanos y mamá.
Yirley Velasco Garrido dijo que pese a haber denunciado, todavía no tiene ningún esquema de protección.
“Ninguna autoridad por el momento ha hecho nada. De la Unidad Nacional de Protección se contactaron conmigo el sábado y me dijeron que esperara y yo sigo esperando pero le confieso algo, tengo mucho temor (…)”.
A través los medios le hizo un llamado al presidente de la República, Iván Duque.
“Señor presidente póngase la mano en el corazón y preste atención a la situación de los líderes y lideresas. En este momento mi vida y la de mi familia están en peligro y yo siento que las autoridades competentes no le han dado la importancia debida a este caso”.
En ese sentido agregó QUE “tengo que estar llamando e insistiéndole a la Fiscalía, a las autoridades para que me escuchen. Estoy destrozada, desesperada (…) no sé qué hacer”.
Terminó afirmando que “por eso aprovecho señor presidente y le pido, le imploro que le preste atención a este caso, yo no quiero ser una más de las líderes sociales asesinadas (…)”.La líder social del corregimiento El Salado de Carmen de Bolívar, no solo teme por su vida, sino también por la de su familia.
Tomado de Diario La Libertad