El general Eliécer Camacho Jiménez, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, aceptó la invitación que la agencia de prensa Análisis Urbano le hizo para que se refiriera a diferentes temas de seguridad en Medellín y en los otros nueve municipios que conforman su jurisdicción.
El oficial sostuvo que la Policía recibió mucho respaldo de la Administración de Federico Gutiérrez. “Llevo 32 años en la Policía y puedo afirmar que en Medellín hubo apoyo. Ese fue un buen gobierno para la ciudad, para la Policía. Apoyó Bello en el tema del rescate de la bebé de padres venezolanos a quienes una mujer se aprovechó de la confianza entregada por la madre y se la llevó para Bello”.
Expuso que el exalcalde Gutiérrez supo utilizar los canales directos “para hablar con el ministro, con el señor presidente, para agilizar la lucha contra el crimen organizado. Logramos revertir esos resultados de antes de mitad de año en 2019 en el que se dispararon los homicidios en la ciudad por el conflicto que se presentó en la comuna 13”.
En cuanto al municipio de Bello en el primer semestre de 2019, confesó que fueron momentos muy difíciles. “Históricamente se han enfrentado, pero nunca se habían enfrentado de esta manera. En febrero mataron a Mauricio Arias Guerrero, alias Guerrero, Eduard Hildebrando Sierra Clavijo y a Mauricio Vinicio Hernández Guerra. El primero era un presunto cabecilla de la banda Pachelly y el ataque fue perpetrado por hombres del combo Niquía Camacol. Desde entonces se inició una confrontación muy fuerte. Asesinaban sin importar que los capturáramos. El Gobierno Nacional apoyó, en coordinación con la Fiscalía, el Ejército. Fue muy tensionante. Es poca la denuncia en Bello. El conflicto bajó de intensidad, pero es latente”, recordó.
Habló de la problemática en el sur de Medellín. “Los combos Pájaros y Chivos se enfrentan en Altavista. Allí actuamos con drones, con hombres, hemos realizado allanamientos, capturas y judicialización. A veces hicimos allanamientos en los que no encontrábamos nada, pero lo hacíamos para enviar un mensaje a los delincuentes, para mostrarles que sabemos quiénes son, dónde están. Esa confrontación es permanente, puede que una semana no se presente o quince días, pero a la siguiente hay novedad”. También se refirió a la ruralidad en el suroccidente. “Altavista y Manzanillo están en la montaña, eso les facilita el escape”.
Un enfrentamiento que disparó la cifra de homicidios tuvo lugar en la comuna 13. “Y en la comuna 12. Las bandas El Coco y la Agonía se enfrentaron. Ese choque es también latente. Asimismo las bandas Betania y la Torre. Utilizan corredores para sus actividades y fechorías. Esta guerra tuvo una particularidad y es que amenazaron al alcalde Federico. También fue difícil. Se superó, sin embargo es una problemática que está latente”, expresó.
Los homicidios en las comunas 1 (Popular), 2 (Santa Cruz), 3 (Manrique), 4 (Aranjuez), 5 (Castilla) y 7 (Robledo), se registran con cierta frecuencia, pero es “por rencillas entre los integrantes de las mismas bandas. Son más disputas internas que ataques entre bandas”.
El Centro es el centro de la atención
La comuna 10, Candelaria o Centro de Medellín, es la que tiene más cuadrantes, más cámaras, pero también es la que tiene mayor problemática. Hay controles permanentes, incautación de armas blancas, de estupefacientes, capturas por parte de la Policía. Y aun así es la más violenta de la ciudad. Tiene una población flotante de aproximadamente 1’200.000 personas que pasan por allí diariamente. La extorsión, el homicidio, los habitantes de calle, la venta de estupefacientes, son fenómenos que se combaten a diario en la comuna 10. “Donde están los habitantes de calle están las plazas de venta de estupefacientes más grandes del país. Hay plazas que pertenecen a la odín la Terraza, a la odín Caicedo”, dijo el general.
Agregó que, como estrategia para evitar riñas y enfrentamientos, a las personas que han consumido licor o drogas en exceso se las traslada a centros de protección. “Se trasladan para evitar la riña, el enfrentamiento, los movemos a otros lugares del Valle de Aburrá, los trasladamos a centros de protección, todo esto coordinado con organismos de control y defensores de derechos humanos. Son similares a las batidas de hace años, pero no son batidas, sino que simplemente se trasladan para que se baje la alteración. A una persona afectada por los estupefacientes o el licor lo llevamos a otro lugar para evitar problemas para él y para los demás”, señaló.
¿Hay Convivir en el Centro?
Ante la pregunta de si existen las Convivir en el centro de Medellín, el general Camacho respondió que “son una marca que se quedaron. Por ejemplo, los integrantes de la Terraza, los viejos están muertos, están capturados. Hay grupos que extorsionan, asesinan, cometen hurtos, pero el solo nombre da temor. Esos grupos no son Convivir, pero hemos detectado que al capturar delincuentes nos manifiestan que ellos mismos se llaman, se autodenominan las Convivir del centro. Son fenómenos delictivos que se presentan en el sector centro”.
En el tema del tráfico de estupefacientes, el general Camacho detalló que la Policía de Carreteras constantemente registra vehículos y se encuentra con cargamentos de estupefacientes. “En el 2019 se incautaron casi diez toneladas de marihuana, es muy relevante en los ingresos a Medellín, principalmente la marihuana viene del sur del país. Y aún con todo lo que se hace alcanza a ingresar mucho, pero es también por la demanda, hay mucha demanda. El tema de los menores, falta trabajo social, evitar el consumo, mostrarles a la nueva generación que es peligroso, inconveniente, dañino el mundo del microtráfico. ¿Dónde están los padres? Tenemos que acompañar nuestra operatividad con una estrategia, no con los jóvenes de 15 o 16 años, sino con los más jóvenes, con los niños”, resaltó.
“Muchos traficantes prefieren trabajar en las ciudades, vender las drogas en pequeñas cantidades en los municipios. Así, de a poquitos, venden mucha droga. Para ellos es mejor que enviarla al exterior, hay más peligros para ellos. Y ellos están buscando más clientes. Mientras haya demanda, hay quien venda. Y ese es el motor de las confrontaciones. Se tiene que controlar la demanda con un trabajo administrativo”, subrayó Camacho.
En el final de esta primera parte, el oficial Camacho se refirió a las denuncias que reposan en la Fiscalía sobre extorsión. Dice que solo 524 denuncias. “Es muy poco. Parece que la gente se acostumbró y saca de los gastos lo que va a pagar a los grupos ilegales para que no lo molesten y seguir trabajando tranquilo. Cuando se captura a una persona con $150 mil o $200 mil es porque ha tenido que recorrer muchas casas, cincuenta casas, es el famoso puerta a puerta, pero esa suma, la cuantía, no nos da para judicializarlo, entonces nos lo dejan libre. Es una persona que va de pantaloneta, sin celular, a veces hasta sin documentos, solo le encontramos la plata”, reveló.
Sin embargo, cuando se trata de extorsión a empresas, obras en construcción es más fácil conseguir la judicialización. “Cuando nos llaman les mandamos el Gaula y por lo general siempre los cogen, pero es una extorsión grande. La micro extorsión en cambio es más difícil de coger, de judicializar. En el 2019 capturamos 925 personas de crimen organizado, pero mientras hacemos esas capturas, hay casi dos mil personas que suben a hacer esa misma actividad, es el relevo criminal”, apuntó.
