Trípoli, 2 mar – Los sospechas de compra de votos para la elección del primer ministro de transición, Abul Hamid Dbeibah, denunciadas por varios miembros del Foro de Diálogo Político para Libia (FDPL) que lo designó hace un mes, han puesto en riesgo el proceso de reconciliación impulsado por la ONU y reabierto la brecha entre el este y el oeste del país.
Dbeibah, cuya familia tiene lazos con la antigua dictadura de Muamar al Gadafi, fue el elegido el pasado 5 de febrero por el FDPL -un órgano no electo creado por la ONU «ad hoc»- en el marco de la candidatura liderada por el nuevo presidente del Consejo Presidencial de transición, Mohamad al Mefi, que debe dirigir el país hasta las elecciones previstas para el 24 de diciembre.
La candidatura, en la que también estaban los actuales vicepresidentes Mousa Koni -representante del sur- y Abdula Al Lafi -del oeste- sorprendió y ganó por un estrecho margen tras dos días de votaciones en Suiza.
A Dbeibah, que ha negado las acusaciones, se le concedió entonces un plazo de tres semanas para la formación de un nuevo gabinete, que aún no ha presentado y que ahora parece estar en el alero.
LUCHA POR EL MINISTERIO DE DEFENSA
«Más allá de la lucha por los ministerios más influyentes, especialmente el de Defensa, el problema es el propio Dbeibah, del que desconfían tanto en el oeste como en el este del país», del que es originario, explica a Efe un diplomático europeo acreditado en Trípoli.
«Dbeibah tiene más enemigos que amigos, y es difícil que se convierta en un hombre de consenso. El nudo gordiano es el ministerio de Defensa, ahora en manos de un aliado de Turquía, y que (el mariscal Jalifa) Hafter (tutor del gobierno en el este y hombre fuerte del país) también quiere controlar», explica por su parte una fuente de Inteligencia de un país árabe en la zona.
El lunes, la oficina del primer ministro designado aseguró que la supuesta disputa por la citada cartera «no existe» y precisó que el Ejecutivo estará listo el 8 de marzo, fecha en la que está previsto que se reúna el Parlamento libio, dividido desde 2014, para dar su conformidad.
«Podemos garantizar al pueblo libio que la primera fase de la hoja de ruta se completará en breve. La presidencia del Gobierno Nacional de Unidad (GNU) mira hacia el futuro con el objetivo de cumplir la tarea impuesta por el pueblo libio de constituir un gobierno que represente a todos los libios», agregó.
RIESGO DE BLOQUEO y APLAZAMIENTO
Otros expertos creen que el principal obstáculo son los estrechos lazos que Debeibeh mantiene con Turquía, el país con más influencia política, económica y militar del oeste de Libia, y su acuerdo con Al Menfi, considerado un hombre próximo a Moscú, que ha despertado las reticencias de los grupos apoyados por la Unión Europea en general, Francia en particular, y Estados Unidos.
«Los observadores no descartan que existan (actores) locales e internacionales que estén intentando explotar el asunto del soborno para impedir que Dbeibah asuma el poder, especialmente debido a la ambigua posición de EEUU», asegura la periodista Mona al Makhrouki.
«Estos observadores basan su análisis en los esfuerzos que se dice que hizo (la jefa interina de la misión de la ONU para Libia, Stepanie) Williams para intentar garantizar la victoria de la candidatura que lideraban (el presidente del Parlamento, Aquila) Saleh y (el ministro de Interior del Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli, Fathi) Basagha», agrega.
En este contexto, el lunes el entorno de Saleh dejó entrever que la sesión de confianza para el Gobierno se podría aplazar al 15 de marzo, fecha en la que está previsto que la ONu haga público el informe sobre la votación del FDPL en el que supuestamente se incluyen los sobornos.
El presidente recordó a Dbeibah, por su parte, que en el Gabinete debe incluirse toda la diversidad del pueblo libio, una condición que no comparten otros políticos con gran influencia como el presidente del Consejo de Estado (una suerte de Senado), Jaled Al Misri.
MOVIMIENTOS MILITARES
La reunión del Parlamento se celebrará con toda probabilidad en la ciudad costera de Sirte, que marca actualmente el frente de guerra, después de que el lunes el Comité Militar 5+5 -único órgano en el que dialogan los dos Ejecutivos en conflicto- afirmara que se habían limpiado las minas y abierto los accesos para que los diputados asistan con seguridad.
Fuentes militares del oeste aseguraron, asimismo, que ya han comenzado a retirarse de la ciudad los mercenarios sirios y los soldados de fortuna del grupo ruso «Wagner Group», una de las condiciones esenciales de la tregua firmada en noviembre, información que no ha sido confirmada.