Bogotá, 4 septiembre.- La banda colombiana Superlitio es sinónimo de reinvención, eclecticismo y añoranza en un momento musical tan productivo que, como revelaron sus integrantes en una entrevista con Efe, trabajan simultáneamente en dos álbumes.
En el primero exploran nuevas sonoridades del rock electrónico y, en el segundo, revisitan junto a pesos pesados de la música -como la banda española Vetusta Morla o su compatriota Fonseca- aquellas canciones que han marcado su recorrido.
Pero es este último, titulado «Revisited», en el que trabajan ahora para recopilar los mayores éxitos de sus 23 años de trayectoria y darles «un nuevo impulso», todo con la mentalidad de una banda legendaria pero sin el afán de liderar las «playlists».
Para este décimo disco, que saldrá el próximo año, contarán con un importante grupo de voces de artistas latinos y europeos con mucho reconocimiento y «pegue», como Vetusta Morla, la banda española que goza moverse entre el «indie» y el «mainstream».
«Tuvimos un clic chévere (bueno) con ellos y son unos tipazos. Les mostramos la idea, la canción y se entusiasmaron», contó el vocalista, Pipe Bravo, que junto a Pedro Rovetto, Armando González y Alejandro Lozano conforman Superlitio.
«De hecho, lo que han trabajado ellos por su parte para esto nos encanta y estamos muy ansiosos de que la gente pueda conocer lo que estamos haciendo con ellos», anticipó Bravo.
Luego de alternar escenario con Molotov, Babasónicos, Jaguares o Café Tacuba, también anhelan hacer el salto Europa para fomentar su carrera así como lo han hecho en Estados Unidos, México, Puerto Rico o Panamá.
Por esto, Lozano -guitarrista de la agrupación- destacó «el proceso bien particular para hacer este tipo de aventuras», que significará trabajar con el grupo español «que tiene tanto empuje y una gran fanaticada en España».
Y si Vetusta Morla, que ya ha conquistado medio mundo, hará las travesuras en el disco con su sonido roquero revisitando algún himno radial de Superlitio, el cantautor colombiano Fonseca, reconocido en América Latina y conocedor del sonido de sus compatriotas, reforzará el carácter del sonido fusionando sus tintes de pop y ritmos folclóricos.
«Estamos muy contentos de que Juan Fernando también se quiera vincular con este proyecto y que apoye todos esos matices latinos que hemos utilizado», resaltó Lozano.
Pero antes de escuchar este as bajo la manga, Superlitio ha mantenido a sus seguidores entretenidos y fascinados durante la cuarentena con el lanzamiento de tres sencillos que forman parte de su noveno álbum, que saldrá a final de año y que ha sido «autoproducido» por el grupo.
«Patinando sobre muchos géneros», como les gusta, desde comienzo de año han lanzado «Texas», «El Aguante» y «Veneno», tres canciones que han salido acompañadas de increíbles y experimentales videoclips.
A TODA BUENA CANCIÓN LE LLEGA SU HORA
En 1997, Superlitio era una rareza en la escena musical que experimentaba con su espíritu independiente y, ahora, luego de más de dos décadas de trabajo, una nominación al Latin Grammy, otra al Premio Lo Nuestro, ocho discos y más de 100 canciones publicadas, su creatividad continúa ardiendo enérgicamente.
La banda ha visto en esta coyuntura por la pandemia el momento adecuado para sacar ideas musicales de su archivo, porque es cuando encajan con su sonido y tiempo actual.
«Hay una sensación de querer reencontrarnos con otra faceta de nosotros que es el rock electrónico, las guitarras, las programaciones y las canciones que son contundentes en cuanto al bit», detalló Lozano.
Gracias a eso, «Veneno» tuvo su oportunidad y pasó a formar parte de su nueva placa discográfica.
Este sencillo tiene una melancolía implícita, una letra alusiva a esa dualidad entre aquellas añoranzas que pueden ser placenteras y dañinas al mismo tiempo, y un «sonido matizante» para contrastar con sus lanzamientos anteriores que catalogan como muy enérgicos.
Inicialmente, en febrero sorprendieron con «Texas», una canción que trajeron al sonido actual pero que nació en inglés y mientras conducían entre Houston y Texas durante su primera invitación al festival South by Southwest, en 2005.
«La letra de ‘Texas’ también habla mucho de la situación actual de forma metafórica en cuanto al manejo de los medios de comunicación, las ‘fake news’ y todo lo que ha sucedido con la sociedad (…). La canción habla de la situación de los gobernantes que son ahora un poco populistas o tienen una visión un poco sesgada del mundo y del equilibrio», explicó Lozano.
Luego, en junio, lanzaron «El Aguante», un «single» para llenar a sus seguidores de esperanza, tranquilidad y ayudarlos a liberarse del pesimismo durante el confinamiento.
POLICROMÍA SONORA PARA ALZAR LA VOZ
No es casualidad que Superlitio haya lanzado los tres nuevos sencillos de su noveno álbum durante este periodo con un sonido evolucionado que deja en evidencia su policromía sonora.
Su madurez artística les dicta que ahora su trabajo no es «cantar sobre fiestas o cosas superfluas», como lo hicieron en otro momento de su vida.
«Sentíamos que era el momento de alzar un poco la voz ante esos fenómenos mundiales y qué mejor manera que con música rock electrónica y con un buen pulso. Entonces ahí sentíamos que compaginaba con el nuevo material», completó Lozano.
Con sus letras inteligentes han cantado a las relaciones filiales, al amor, la paz y la guerra, pero confiesan que «también hay un sentido crítico que no se puede evitar» y buscan retratar «cómo el mundo ha evolucionado en estos más de 20 años de carrera».
Autores de piezas destacadas que han marcado la historia del rock colombiano, como «Perro come Perro», «No sé si volverá», «El Cartucho”, «Viernes otra vez», «Alma en pedazos», entre otras, aseguran que la música «necesita tener un sentido social».
«Las letras tienen un poder cada vez más fuerte. Estamos tratando que la música de Superlitio sea cada vez más interesante porque nunca hemos hecho canciones para un tiempo sino que hacemos canciones para que traspasen generaciones y para que la gente se las pueda llevar y las pueda apropiar en su vida”, finalizó el guitarrista de la banda.
Annia Hidalgo Vargas
EFE