Según lo establecido en las investigaciones, el arsenal bélico iba a ser enviado a un grupo de las AGC o Clan del Golfo que delinque en los municipios antioqueños de Ciudad Bolívar, Salgar y Tarso; poblaciones del Suroeste antioqueño donde serían utilizadas para la distribución de estupefacientes, la extorsión y los homicidios selectivos.