En la incautación llamó la atención que los alijos tenían dos tipos de marcas: unas con el número 54 y otras con la imagen de un lingote de oro, lo que significa que los dueños del cargamento eran diferentes bandas.
No obstante, la anterior era una situación previsible, más aún si se tiene en cuenta el ideario político del partido ya mencionado; lo que no se esperaba, era que partidos que hasta el momento habían hecho parte de la coalición del Gobierno...
Los barrios de Yarumal, en donde la inteligencia —no la Policía— ha detectado sitios de expendio y control de plazas de estas bandas son: San José, Señor Caído, La Cuelga, El Acueducto, Santa Matilde, Buenos Aires, Mediaguas, Fátima, Betania, El Chispero, Epifanio Mejía, San Judas y en el propio parque principal, según confirman nuestras fuentes. En horas nocturnas se distribuiría perico y marihuana. Incluso se ha implementado el servicio de domicilio.
Desde hace casi dos décadas ha tenido un direccionamiento en su forma de pensar. Luego del ataque a las torres gemelas en EE. UU., se inaugura en el mundo el discurso antiterrorista, que denomina como tal a cualquiera que no esté alineado con los gobiernos. Los medios de comunicación bombardearon con mensajes intermitentes a la población, saturaron al país con un enemigo convenientemente creado al que se tenía que matar a bala.
Señores de la institucionalidad aquí presentes, les dejo esta pregunta: ¿por qué el crimen urbano liberará los territorios urbanos y rurales que durante décadas los han financiado y en el cual basan parte de su poder militar, económico, social y de relaciones institucionales y padrinazgos políticos?