Además, otros restos óseos fueron ubicados y entregados a los peritos judiciales, que a su vez los enviaron a Medicina Legal para intentar establecer mediante la prueba de ADN la identidad de la persona.
Sin embargo, otra versión apunta que tanto los ocupantes del vehículo como el sicario coincidieron en un sepelio en el que cruzaron palabras, insultos y amenazas. Luego de la discusión, el asesino fue por un arma de fuego y les dio alcance a la altura del Jardín Botánico, matando a dos de los ocupantes y dejando herido a uno más. Otra persona que viajaba en el auto resultó ilesa.
Dentro de misma investigación, adelantada por un fiscal seccional de la Unidad de Vida, ya fue sentenciado a 14 años y 2 meses de prisión, Ubaldo Enrique Arias Sánchez, alias Cejas, quien llegó a un acuerdo judicial con la Fiscalía.