Trascendió que los sicarios se habrían equivocado de objetivo y mataron a la persona que no era. Todo porque segundos después se escucharon otros cuatro disparos que habrían efectuado los mismos sicarios contra quien sí era su objetivo, pero no lo alcanzaron.
Minutos después, el presunto responsable del asesinato se dirigió a la estación de Policía y se entregó a las autoridades, manifestando ser el causante del homicidio.
Monsalve Lopera fue capturado en la misma población por la Policía Nacional tres días después del ataque, cuando portaba un revólver calibre 38. El arma incautada fue sometida a un estudio de balística y se halló correlación positiva con la utilizada en el homicidio.