Este inmueble allanado era utilizado para el almacenamiento de sustancias estupefacientes y desde ahí se distribuía a otros expendios del sector del barrio Antioquia donde eran dosificadas y vendidas en vías, parques y sectores aledaños a instituciones educativas.
A juicio de la Ministra, este incremento en el consumo lleva a que se pierda una generación de ciudadanos, fundamental para el desarrollo de la Nación. Por ello calificó la lucha contra el narcotráfico como una "deuda moral con el país y una forma de contribuir a la paz entre los colombianos".
Este decreto reglamentario al Código de Policía y Convivencia, que es una norma de naturaleza administrativa, no penal, dota a la Policía de las herramientas necesarias para confiscar cualquier cantidad de droga que un ciudadano porte en el espacio público y evitar así; que los jíbaros se camuflen en la autorización de la dosis mínima para inducir a niños y jóvenes al consumo de drogas.