Según las investigaciones adelantadas, los estupefacientes eran vendidos a la ciudadanía por un valor de $10.000 cada chocolate, popper a $20.000, cápsulas con destilado de marihuana a $160.000, esencias de marihuana a $25.000, empaques de cueros para blones de marihuana a $15.000, permitiendo una renta criminal de $150.000.000 mensuales.