"Como presidente de la República, me he preocupado siempre por la familia colombiana, por los niños de nuestro país”, y añadió que “nosotros no podemos seguir viendo que, en muchos lugares del territorio, llegan los jíbaros y se ubican cerca de los entornos escolares o en los parques para inducir a nuestros hijos a que entren en el camino de las drogas y, por esa vía, terminen también en las tentaciones perversas de la criminalidad”, dijo Duque.
“Estas personas así estén dentro de la ilegalidad, ejercen su trabajo de manera honesta y en el momento de ser desalojados sin una alternativa para sostener a su familia, por las pocas oportunidades y su bajo nivel de formación, la necesidad y la indolencia de la alcaldía al desalojarlos, sin ofrecer una alternativa de reubicación, podría incrementar el flagelo de la delincuencia”.
El caso generó indignación, y la misma Policía tuvo que aclarar que el comparendo aún no se hace efectivo y que los jóvenes podrían salvarse de tener que pagar una multa cuando las autoridades evalúen el caso.
“Cuando nos estábamos comiendo la empanada, los policías nos pidieron la cédula, pensamos que era para revisar antecedentes judiciales. Fue en ese momento cuando dijeron que nos iban a multar por promover el desuso del espacio público”, narró Claros.