En Colombia no contamos con una política exitosa para prevenir y atender como un problema de salud pública el consumo de drogas; en el caso concreto de niños y niñas, son remitidos a centros de rehabilitación (operadores del ICBF), donde no se cuenta con bases científicas que brinden opciones de recuperación.
Dos hipótesis podrían ser las que se aproximan a las justificaciones de los ataques, una sería que estarían pretendiendo ganar espacio en las negociaciones de paz en Colombia, matar policías los podría mostrar como una organización político-militar y entrar a la negociación política, según ellos. Creo que están ante un error garrafal al que no se le han medido las consecuencias.
Según las autoridades mexicanas este sería el presunto enlace del cartel de Sinaloa con miembros de las bandas delincuenciales que operan en Colombia para el traslado de cocaína de Perú, Costa Rica y Colombia hacia México y los Estados Unidos.
Sin embargo, el nombre de esta droga no es precisamente Tusi, este deviene de la pronunciación de su verdadero nombre en inglés 2CB. Para los expertos, la adulteración de esta droga en el país es altísima, al ser mezclada con otras sustancias.
Por ejemplo, la presencia de estas organizaciones del crimen transnacional en Tumaco, Buenaventura, Putumayo, Cauca, Chocó, Santander, Valle del Cauca, Antioquia y Cartagena mostraría que los criminales mexicanos no vinieron de paseo o a esconderse, sino a hacer negocios. Sus clientes o nuevos trabajadores necesitan musculo financiero más fuerte para seguir trabajando.