El Estado no actúa con contundencia para detener este indolente derrame de sangre. Colombianos asesinando colombianos, nada más absurdo. No protege a estos activistas, tampoco investiga y mucho menos va en busca de los responsables de los homicidas.
Julio César, de 24 años, hermano de la gobernadora indígena Meisa Montalvo Teherán, fue ultimado a tiros en las parcelas los Caracoles, de Montelíbano, por hombres que portaban fusilería y que huyeron por zona boscosa.