«Si ese experimento de ellos no funciona, ellos que van delante de nosotros, porque nosotros vamos mirando a ver cómo les va, eso nos siembra muchas dudas». Es un mal mensaje lo que el Estado colombiano, en cabeza del presidente Santos, está haciendo con la implementación del acuerdo de paz. […]
A lo largo de la entrevista dejó claro lo que significa el paramilitarismo en este país, un riesgo inminente para la implementación del acuerdo final firmado por las FARC con el Gobierno. Si se firma un acuerdo con el ELN ellos esperarían que el Estado se comprometiera «no en el papel, sino en hechos, en desarticular el paramilitarismo».
Sin embargo, cada esfuerzo que vaya nutriendo esa construcción de paz siempre debe de ser valorado. Es el caso de los diálogos ente el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), iniciados en febrero y que pretenden ponerle fin a un conflicto que, al igual que las FARC, cumple ya más de medio siglo.
Una denuncia obtenida por la Agencia de Prensa Análisis Urbano da cuenta de las condiciones en que se encuentran los presos políticos de las FARC recluidos en la cárcel de Bellavista.