El taxista tomó la ruta hacia el lugar sugerido pero los pasajeros le dijeron que hiciera un giro, el conductor les insinuó que por ese trayecto no llegaban al sitio indicado; momento en el cual los dos hombres se alteraron e intimidaron al taxista con un arma de fuego y, bajo amenazas de muerte, le indicaron por donde continuar el camino. Los ilegales lo requisaron y le hurtaron dinero en efectivo, producto del trabajo de una semana.
En igual medida, fueron incautadas cuatro armas cortopunzantes y los responsables, puestos a disposición de la inspección de Policía, a quienes se les impuso el comparendo contemplado por la Ley del Fútbol y deberán asumir el pago de una multa económica y una sanción que les impedirá el ingreso al estadio Atanasio Girardot por los próximos 3 años.
Las armas largas, chalecos antibalas y hasta uniformes de la Policía de Buenos Aires que se incautaron dejan ver la dimensión de la red, que estaba integrada por más que simples jíbaros de barrios.
El ataque se registró en inmediaciones del estadio Atanasio Girardot de la capital antioqueña y la víctima sufrió lesiones permanentes en la cadera que lo obligan a usar un bordón de por vida.
Durante los operativos de captura (dos por orden judicial y tres en flagrancia) fueron incautadas una pistola, dos chalecos antibala, una libra de marihuana tipo Cripy y más de 600 mil pesos en efectivo, al parecer producto de la venta de estupefacientes.