¿Dónde está la institucionalidad? El Batallón de Operaciones Urbanas del Ejército Nacional, que tiene indicaciones precisas de hacer control y vigilar el corregimiento de Altavista, al parecer ha estado ausente, dejando a merced de las bandas de Los Chivos, La Mano de Dios y Las AGC la tranquilidad de los pobladores.
Sin embargo, a partir de mediados del año pasado, la criminalidad parecía ir en un descenso significativo, al punto de ser marzo de 2017 el mes con menos homicidios reportados desde hace 38 años. Parecía que por fin la estrategia de seguridad de Federico Gutiérrez empezaba a dar resultados.
Dejamos abiertos estos interrogantes mientras esperamos también que el Estado haga presencia en la zona con independencia del pacto del fusil y de la nómina paralela que flagela la legítima seguridad en la ciudad.
Es aquí donde entra la figura de Gustavo Villegas, quien al parecer estaba gestionando diálogos con algunas de las estructuras criminales de Medellín, posiblemente La Terraza y San Pablo, que operan en las comunas 1, 3 y 4 de la ciudad.
Según la información del Ministerio Público en Medellín, en los últimos dos meses, en el Corregimiento de Altavista, se han recibido siete declaraciones de desplazamiento forzado de familias por amenazas y enfrentamientos entre las bandas que delinquen en este sector.