En las investigaciones que adelantó el ente acusador se estableció que Diego Armando Ávila Valenzuela, alias El Loco, abastecía de diversas cantidades de droga a Luis David Vuelvas Pérez, quien a su vez entregaría la droga a Argemiro Rafael Meza Velásquez, señalado cabecilla de la estructura y quien sería el encargado del narcomenudeo en el batallón.
La valiosa denuncia de un comerciante fue trascendental para dar con el paradero de estas personas. Cuenta que empezó a recibir una serie de llamadas a su celular por parte de sujetos que se identificaban como integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC o Clan del Golfo. En ellas le exigían que debería entregar una cantidad de dinero para no atentar contra su vida y permitirle continuar trabajando en la zona.
Los sicarios huyeron en motocicletas con rumbo a Lovaina, por lo que las autoridades creen en principio que se trataría de un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales de ese sector, que se disputan el microtráfico de estupefacientes. Es solo una de las hipótesis planteadas en este caso.
Estos sujetos al parecer son los implicados en la muerte de una menor de edad en La Apartada, Córdoba, y también son señalados de cometer los últimos homicidios en el municipio de Caucasia, al igual que el asesinato selectivo de personas dedicadas a la venta de estupefacientes, con el fin de apoderarse de las plazas de microtráfico y las rutas urbanas de dichas sustancias.